Elon Musk

por Guillermo Alvarado

El multimillonario de origen australiano, ahora devenido estadounidense, Elon Musk, está dando nuevas pruebas del por qué su alianza íntima con el presidente electo Donald Trump, en particular en el mutuo desprecio por el resto del mundo y del ordenamiento internacional.

No contento con haber influido en los resultados de los comicios que devolvieron al magnate inmobiliario a la Casa Blanca, gracias sobre todo a su emporio mediático, el multimillonario dueño de la empresa Tesla ejecuta provocadoras acciones contra países europeos.

Su primer blanco fue nada menos que Alemania, la locomotora de la Unión Europea y fuerte aliada de Washington, donde Musk intervino en política interna apoyando nada menos que un partido de ideología neonazi.

Se trata de Alternativa por Alemania, una agrupación que tiró por los suelos el éxito de la desnazificación en ese país luego de los horrores de la II Guerra Mundial, y que ahora desafía a las organizaciones políticas tradicionales.

Para que se tenga una idea, con 77 diputados es la quinta fuerza en el Parlamento Federal, el Bundestag, está presente en 16 estados federados y en las últimas elecciones obtuvo cuatro millones y medio de votos.

De acuerdo con las encuestas de intención de voto, ocupa el segundo lugar en el país, por detrás de la Unión Demócrata Cristiana y delante del Partido Socialdemócrata Alemán.

Pero no es sólo que Elon Musk está invirtiendo dinero y capital político por el retorno del fascismo, sino que también se ha dedicado a insultar a los principales dirigentes del Estado alemán y de otras naciones.

Al canciller federal Olaf Scholtz lo calificó hace unos días de loco e incompetente y del presidente Frank-Walter Steinmeier dijo que es un tirano.

 También se lanzó contra el primer ministro del Reino Unido, Keir Starmer, a quien acusó de haber tolerado la explotación sexual de niñas cuando estaba al frente de la Fiscalía General del Estado.

Ante la gravedad de estos groseros actos de injerencia en asuntos internos, el mismo Starmer y el presidente de Francia, Emmanuel Macron, coincidieron en condenar los dichos del multimillonario.

Al respecto, el inquilino del Palacio del Elíseo manifestó “hace 10 años, si nos hubieran dicho que el dueño de una de las redes sociales más grandes del mundo apoyaría a una nueva internacional reaccionaria e intervendría directamente en las elecciones, ¿quién lo hubiera imaginado?”

No olvidemos que Musk estará sentado a la derecha de Trump y juntos tratarán de dirigir, o más bien destruir, al mundo.