Por: Guillermo Alvarado

El 10 por ciento más pobre de la población argentina perdió en los últimos meses la cuarta parte de su capacidad de compra, lo que significa un duro golpe para su calidad de vida y la realización de sus derechos económicos, según revela una investigación hecha por el Centro de Innovación de los trabajadores.

Las causas fundamentales de esta debacle son el súbito aumento de la inflación, que a finales de febrero se ubicó en 35 por ciento y que en octubre venidero subirá hasta los 55 puntos, indica el estudio.

El crecimiento inmoderado de las tarifas de servicios básicos, como la energía eléctrica y el gas doméstico, así como la eliminación de los subsidios gubernamentales en estos renglones, golpearon sobre todo a los hogares de escasos recursos, mientras su efecto apenas fue marginal entre los más acomodados.

Los datos recolectados señalan que el alza del costo de la vida afecta de manera asimétrica a la sociedad. Las familias de mayores recursos tienen un patrón de consumo más amplio, que incluye la adquisición de bienes durables, viajes, esparcimiento y otros servicios personales.

Por el contrario, en los hogares de menores ingresos los gastos se concentran en alimentos, transporte, alquileres y servicios públicos como la luz, que son precisamente donde los precios mostraron mayores incrementos, señala la investigación dirigida por el economista DemianPanigo.

El programa económico aplicado por el gobierno de Mauricio Macri generará una dinámica alcista de los precios que llevará la inflación hasta el 55 por ciento en octubre de 2016, muy por encima de los 25 puntos previstos por el ministro de economía, Alfonso Prat-Gay, agregó el texto.

La situación se agravará aún más si se mantiene el plan de Macri de incrementar de manera drástica la deuda externa para pagarle a los fondos buitre, una exigencia que la administración de la expresidenta Cristina Fernández había desechado por considerarla lesiva a los intereses nacionales.

El mismo diputado de la gubernamental Alianza Cambiemos, Eduardo Amadeo, reconoció que pagar a los fondos especulativos que compraron deuda argentina a precios ínfimos y ahora exigen su pago por el ciento por ciento más intereses, endeudará al país durante los próximos 30 años.

Macri amenazó con nuevos ajustes, es decir más despidos y rebajas de salarios en el sector público, reducción del gasto, privatizaciones y otras políticas de esa índole, como alternativa para hacer los pagos que prometió a los buitres, una iniciativa que después del Congreso debe pasar al Senado, donde el ahora opositor Frente para la Victoria tiene mayoría.

Aún sin esas nuevas medidas, ya hay anuncios de nuevos incrementos en servicios regulados como transporte, telefonía celular y gas que, como siempre, impactarán negativamente a los más necesitados que están sufriendo en carne viva el cambio con el que Macri encandiló a los ciudadanos que sufragaron por él.