Por: Guadalupe Yaujar Díaz

El Proyecto Colibrí de arte miniaturista de la provincia de Camagüey, de conjunto con la Sociedad Cultural José Martí (SCJM) que lo auspicia, inauguró en La Habana la exposición colectiva “Honrando al insigne”, en homenaje al Héroe Nacional de Cuba, José Martí.

La muestra, 369 obras de 107 artistas y jóvenes aficionados procedentes de todos los proyectos ,de este tipo en el país, abierta al público en la Sala Transitoria del Memorial José Martí, brinda a quienes la visiten apreciar temáticas relacionadas con la vida y el pensamiento de nuestro Héroe Nacional. Las obras, basadas en el ideario martiano, los versos sencillos y la Edad de Oro, han pasado un arduo trabajo curatorial y textos como Los zapaticos de rosa, Nené traviesa y El camarón encantado forman parte de la exhibición, que se extenderá hasta el tres de diciembre próximo.

El artista Nazario Salazar Martínez,* líder fundador del Proyecto Colibrí, dialoga con Radio Habana Cuba en esta especial ocasión:

“No me considero eminentemente miniaturista, soy un artista que utiliza diferentes métodos, soportes, técnicas o soluciones para expresarse en disímiles momentos, y diversas intenciones”.

“Se trata de una forma nueva de tratar la pasta tradicional, con visos artísticos primero y como genuinas obras de arte posteriormente. El dibujo y sobre todo la fotografía digital intervenida, son las técnicas que más he trabajado en el miniaturismo. Camagüey es mi ámbito idóneo para la creación”, nos confiesa.

“Lo que aquí puede verse es el resultado de un trabajo arduo, continuado y costoso. Todos mis muchachos se sienten como si estuviesen exponiendo en París o New York.”

“Aunque nunca se trató precisamente de una meta, siempre consideré que en algún momento podríamos ascender por las escalinatas del Memorial, portando el quehacer de los que integramos Colibrí. En mi opinión es este uno de los sitios en los cuales honrar a José Martí es un privilegio, claro sin desdorar el Pico Turquino, la Casa Natal y su tumba en el cementerio de Santa Ifigenia.”

En la conversación Salazar narra que la Casa Natal de José Martí le abrió sus puertas en el 2011 y en esta ocasión el Memorial le permite cumplir con sus colegas, discípulos y con el mismo para demostrar como “las cosas pequeñas a la hora grande, se funden en lo grande”.

Recuerda el artista el 28 de enero de 2009, fecha fundacional de su proyecto nacido en una exposición en el Museo Casa Natal del Mayor Ignacio Agramante y Loynaz. Entonces eran solo 18 participantes y 40 piezas pero la muestra, catalogada de excepcional, los represento en la Exposición Nacional del entonces denominado Grupo Nacional de Miniaturistas de Cuba en un certamen celebrado en Sancti Spiritus al siguiente año.

Los favorables resultados en la cita propiciaron el nacimiento de la actual “Exposición Itinerante del Proyecto “Colibrí” la cual desde entonces promueve la integración de todo aquel creador de la plástica profesional o no capaz de miniaturizar su proyección artística.

Nazario Salazar, muralista, dibujante, y diseñador quedo atrapado al crear las bases de la Nueva Cerámica Camagüeyana por los años 70 del pasado siglo, lo cual le permitió producir piezas alfareras que responden a una tradición agramontina. De él se ha dicho que removió en sus cimientos la tradición heredada de los maestros ibéricos, asentados en Camagüey a partir del siglo 16.

No es por gusto que declara su pasión por la pasta ancestral, la terracota sin cubierta, calada y sin artilugios externos convertidos en el material idóneo para su proyección, parte de devoción por la plástica y todo lo que alrededor de ella se mueve.

Artista apegado también a la docencia refiere cierta tristeza si de compromisos se trata: “Existe un caudal de viejos y bisoños artistas de valía fuera de mi provincia, aunque no me ha sido fácil la retención de algunos por el éxodo desmedido que produce la cercanía al mercado de frontera; siempre quedan los fieles al terruño responsables del reto.”

“En Camagüey respiro la tranquilidad y el sosiego de la vieja ciudad en un centro histórico apacible que puedo recorrer en un par de horas y encontrarme con todos los que me aprecian o no; pero que en definitiva son la gente que conozco a fondo o desconozco totalmente sin dejar de serme allegados. Se trata de rostros envejecidos junto al mío y nuevos que me recuerdan etapas trayéndome imágenes y vivencias difíciles de olvidar a esta altura de mi vida, medio siglo dedicado a esta disciplina.”

Casi al término de la conversación, todo un privilegio en medio de cientos de personas que acudieron a la inauguración, le preguntamos si en Tampa, -donde Martí promovió tanta actividad patriótica-- tendría otra importante plaza y contesto: “No soy, nunca lo he sido, de los que se trazan metas ambiciosas, trabajo sin una preocupación expresa de dónde ni cuándo. Trasladar a Tampa la muestra, sería aceptar un reto que requeriría de una curaduría más estricta. Un montaje homogéneo, un trabajo del colectivo todavía más profundo, con intereses más definidos, para producir un impacto verdaderamente positivo, a partir de un respaldo económico fuera de lo común. Tampoco excluyo la oportunidad si esta nos llega y sin dudas sería un sitio en donde el Maestro rindió importantes batallas por la independencia de Cuba.”

*Licenciado Nazario Salazar Martínez (Camagüey 1940) Desde 1960 ha participado en más de un centenar de exposiciones perso nales y colectivas en Cuba y el extranjero. Sus trabajos: pintura, dibujo, cerámica, y otros, se hallan en colecciones oficiales y particulares de más de 25 países. Artista integral es reconocido como uno de los impulsores del movimiento de la Nueva Cerámica Camagüeyana, creador del Taller de Cerámica Experimental Artística de Camagüey en 1980.