Cumbre de Riad

Eldonita de María Candela
2023-11-16 08:23:37

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“Ni Israel ni todos los países de la región gozarán de paz y seguridad” si no se establece un Estado palestino independiente.

Por Alfredo García Almeida*

La estrategia del imperialismo reformista, fracasa en el Medio Oriente. “Ni Israel ni todos los países de la región gozarán de paz y seguridad, si no se establece un Estado palestino independiente”, dijeron los 57 países árabes y de mayoría musulmana en la Declaración de la Cumbre de Riad, al final del encuentro convocado el pasado sábado por el príncipe heredero saudita, Mohamed bin Salmán, para abordar la guerra en Gaza.

El documento niega la calificación israelí de “autodefensa” para justificar la invasión en la Franja de Gaza y responsabiliza al Estado judío de “la continuidad del conflicto y de su agravamiento”. La declaración también considera la ocupación de Israel de los territorios palestinos, como “una amenaza para la seguridad y a la estabilidad regional e internacional”; y hace un llamado  a “terminar con el cerco sobre Gaza y permitir el ingreso de ayuda humanitaria”. El documento estipula la convocatoria de una conferencia internacional de paz, “con la mayor brevedad posible, para lanzar un proceso creíble en base a la ley internacional y poner fin a la ocupación israelí del territorio palestino”.

El reverdecer de la lucha de liberación del pueblo palestino, ha sacado de su curso la política de Washington en el Medio Oriente. El 28 de enero de 2020, el entonces presidente, Donald Trump, dio a conocer formalmente su “Plan de Paz a la prosperidad: una visión para mejorar la vida del pueblo palestino e israelí”. La Organización para la Liberación de Palestina (OLP), acusó a los Estados Unidos de intentar vender un “espejismo de prosperidad económica”, que en realidad “solo perpetuaría el cautiverio de los palestinos”.

Fue tal la euforia trumpista, que en agosto del mismo año, el magnate-presidente, anuncio los “Acuerdos de Abraham”, un embeleco israelí-árabe para fortalecer políticamente a Netanyahu y organizar un bloque político-militar contra Irán. De esa forma los Emiratos Árabes Unidos, Baréin, Sudán y Marruecos, cedieron a las concesiones de EEUU y firmaron acuerdos de normalización con Israel en septiembre y octubre de 2020.

Con los “Acuerdos de Abraham”, Washington continuó los anteriores estrategias del imperialismo “suave”, con la mediación de los presidentes, Jimmy Carter y Bill Clinton: el Tratado de Paz entre Israel y Egipto en marzo de 1979 y el Tratado de Paz entre Israel y el Reino de Jordania, en octubre de 1994, respectivamente.

En el momento de la insurrección de Hamás contra Israel el pasado 7 de octubre, estaba a punto de cerrarse un “acuerdo” para normalizar las relaciones entre Israel y Arabia Saudita, con la mediación del presidente, Joe Biden, gestión congelada por la desmedida agresión militar israelí contra la Faja de Gaza.

El sesgo fascista del gobierno de Netanyahu (“exterminio” de Hamás) y la desmedida política terrorista de Estado Israelí en Gaza, (bombardeos e invasión con tanques e infantería y desplazamiento palestino), reveló la verdad sobre la lucha de liberación nacional palestina, tergiversada por la prensa occidental como “terrorismo”. Como alud de nieve que se desliza  por la ladera de una montaña, la ofensiva militar israelí en Gaza avanza como deshumanizada avalancha sin precedentes desde la criminal política de “exterminio” del fascismo alemán contra el pueblo judío durante la II Guerra Mundial.

* periodista, analista internacional colaborador desde Mérida, Yucatán.

 



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