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Por Alfredo García Almeida*

Una encuesta de Siena College para el periódico, The York Times, confirma a 8 meses de las elecciones presidenciales de noviembre, la ventaja del expresidente, Donald Trump, sobre el presidente, Joe Biden. Si las elecciones previstas para el 5 de noviembre, se celebraran hoy, el 48% de los encuestados elegirían al republicano Trump, frente al 43% que votarían por el demócrata Biden.

Sin embargo, el mayor peligro para la candidatura de Trump, no es Biden, con su pasito de robot y patinazos de memoria, intentando reducir el impopular apoyo a la masacre de palestinos en Gaza, sino el mismo Trump. En un discurso de campaña en Dayton, Ohio, el pasado 16 de marzo, con un lenguaje inhumano, lleno de insultos y vulgaridades, Trump predijo un oscuro futuro para Estados Unidos.

El expresidente republicano, advirtió que si perdiera las elecciones de 2024, sería un “baño de sangre para el país”. Sus voceros se apresuraron en reparar el exabrupto. El senador republicano, Bill Cassidy, dijo a la NBC que los medios de comunicación, “sacaron de contexto las palabras del expresidente”, y sugirió que se referían a “un baño de sangre económico, no a un tipo de violencia callejera”. El comentario se produjo, cuando Trump prometía un “arancel del 100%” sobre los automóviles fabricados fuera de Estados Unidos, advirtiendo que la fabricación nacional de automóviles, estaría protegida solo si él es elegido.

En su discurso en Ohio, Trump, elogió a sus seguidores que cumplen condenas en relación con el asalto al Capitolio el 6 de enero de 2021, a los que llamó “rehenes” y “patriotas increíbles”; y prometió ayudarlos si era elegido presidente, tras reiterar sus afirmaciones de que las elecciones de 2020, fueron robadas por los demócratas. Trump también atizó los temores sobre la afluencia de inmigrantes indocumentados que llegan a Estados Unidos por la frontera sur, diciendo que es fundamental detener la “invasión de nuestro país” y que de ser elegido, “enviaría a los extranjeros ilegales de regreso a casa”.

El magnate expresidente, afirmó que otros países estaban vaciando sus cárceles de “jóvenes” y enviándolos al otro lado de la frontera. “No sé si en algunos casos se les llama “personas”, dijo. “En mi opinión, no son personas”. Más tarde se refirió a ellos como “animales”. Trump llamó a Biden “presidente estúpido” varias veces en su discurso.

Finalmente, Trump, prometió que el primer día de su presidencia, firmaría una orden ejecutiva para eliminar los fondos federales a cualquier escuela que promueva la “teoría crítica de la raza”, la “locura transgénero”, tras hacer un llamado a sus seguidores a “votar como nunca antes lo habían votado”.

El discurso de Trump en Ohio, desborda los extremos conocidos. Cualquier político cuerdo, puede quizás pensar lo que Trump ha dicho en Ohio, pero nunca decirlo en público como campaña electoral. Con su retórica apocalíptica, Trump, hace creíble la campaña de Biden en su contra, como promotor de autoritarismo y violencia, acusándolo de amenaza existencial contra la democracia.

* periodista, analista internacional colaborador desde Mérida, Yucatán.