Por: Nuria Barbosa León
Una convocatoria del Movimiento Colombiano de Solidaridad con Cuba y la Asociación de Cubanos Residentes en Colombia pide intensificar la recolección de donativos para hacer llegar a la Isla caribeña, explicando los daños causados por el criminal bloqueo económico, comercial y financiero en los últimos años.
El texto cita las abrumadoras cifras publicadas por el gobierno cubano en el informa ante la ONU y asevera que esas medidas coercitivas más la inclusión en una lista espuria de países patrocinadores del terrorismo genera efectos tangibles en la economía, la salud, la educación, y también otros menos contables, como el impacto psicológico de saberse víctima de una guerra no convencional, durante el tiempo más prolongado que se tenga noticia, sobre este tipo de agresión contra un país.
“Existe un déficit en el suministro electroenergético que requiere combustible para su funcionamiento, en un solo año, 53 embarcaciones han sido sancionadas o bloqueadas por transportar combustible a Cuba”, ejemplifica la misiva de los amigos colombianos y divulga la pérdida para el pueblo cubano entre agosto de 2021 y febrero de 2022, valorada en 3 806 millones de dólares, que expuso el el canciller cubano Bruno Rodríguez Parrilla, previo a las votaciones en la ONU.
Reconoce que el Producto Interno Bruto de Cuba, según datos muy conservadores, pudo haber crecido, pese a las circunstancias adversas que enfrenta la economía cubana, en 4,5 % en ese período, de no haberse aplicado las medidas coercitivas.
Puntualiza en que en los catorce primeros meses del gobierno de Joe Biden los perjuicios ocasionados por el bloqueo ascienden a 6 364 millones de dólares, es decir, más de 454 millones de dólares mensuales en daños y perjuicios, y dice que en los sesenta años transcurridos, a precios corrientes, los daños acumulados suman 154.217 millones de dólares.
“En cuanto al valor de la onza de oro, tomando en cuenta las depreciaciones, los perjuicios acumulados alcanzan la enorme cantidad de 1 billón 391 mil 111 millones de dólares. Cifra exorbitante para una economía pequeña, sin grandes recursos naturales y una nación subdesarrollada”, argumenta el texto de la carta.
Añade que el bloqueo viola flagrantemente el derecho internacional y en particular la libertad de comercio e inversión; niega créditos y ayuda financiera a países y entidades que cooperen con Cuba; y establece que las compañías de cualquier país del mundo que tengan tratos con la Isla pueden ser sometidas a represalias legales.
Además prohíbe incluso a potenciales inversionistas la entrada a los Estados Unidos. Trump reforzó el bloqueo con 243 nuevas medidas y no hizo nada para flexibilizarlo por razones humanitarias ante el avance de la pandemia global, todo lo contrario, promovió una campaña mediática de descrédito contra los médicos cubanos, multiplicó los proyectos de subversión interna e hizo lo imposible por impedir la adquisición de medicamentos, medios de protección, pruebas diagnósticas e insumos básicos destinados al combate contra la epidemia y a la fabricación de vacunas en la Isla.
La misiva detalla que en la actualidad se continúa persiguiendo cada ingreso, cada fuente de financiamiento y de suministro del país por lo que el bloqueo es el elemento central que define la naturaleza de la política de Estados Unidos hacia Cuba, aunque los medios de comunicación hegemónicos ignoran los efectos de esas medidas.
“Se persigue a navieras y barcos contratados para la importación de combustible y otros suministros vitales bajo amenaza de sanciones. Son multimillonarias las multas impuestas a bancos internacionales por la más mínima transacción que involucre a Cuba”, resume la carta firmada también por los miembros de la Cátedra Fidel Castro de Colombia.
Recuerda que todos los gobiernos norteamericanos han auspiciado, financiado o en todo caso tolerado, agresiones, provocaciones y acciones terroristas que han cobrado miles de víctimas entre muertos y mutilados cubanos.
Y concluye con la invitación a sumar esfuerzos en la solidaridad efectiva con Cuba para recaudar donativos indispensables para empezar a romper el bloqueo.