Sociedad Económica Amigos del País
por Lino Luben Pérez
A más de siglos de fundada por prominentes personalidades del movimiento cultural de la Ilustración, la Sociedad Económica de Amigos del País (Seap) atesora una experiencia reveladora durante tanto tiempo, que llegó a convertirse en la organización no gubernamental más antigua de la nación.
Sociedad Amigos del País
Surgió en La Habana el 9 de enero de 1793 por influencia de las ideas renovadoras y expansionistas de Europa, debido a la iniciativa de un renombrado grupo de criollos, entre ellos Francisco de Arango y Parreño, el Conde de Casa Montalvo, el doctor Tomás Roy y el Padre José Agustín Caballero.
Su acto fundacional es atribuido al desarrollo histórico y social con las primeras manifestaciones de la nacionalidad cubana y a ella se integraron el Padre Félix Varela, cuyo discípulo, el maestro José de la Luz y Caballero, dijo: "Mientras se piense en la isla de Cuba, se pensará en quien nos enseñó primero en pensar".
Los dos eran pioneros del ideal independentista y a ellos se sumaron José Antonio Saco, Felipe Poey y Álvaro Reynoso, eminencias en cada una de sus especialidades.
El auge de la industria agro azucarera
Probablemente, la obra de mayor trascendencia de la Seap había sido la promoción de la industria azucarera que transformó la economía cubana y que historiadores coinciden en calificar de verdadera revolución económica que implicó avances en la agricultura, el transporte, la ciencia y la técnica y, en particular, la educación.
Fachada Sociedad económica de amigos del país
El auge industrial era una de sus funciones y tal misión colisionaba con las doctrinas del mercantilismo, que ponderó en primer lugar el naciente sector de la metrópoli habanera, en tanto practicaba una cultura conservadora que fluía a través de las ideas de la América española, dedicada a propagar la erudición dentro de los límites que permitía la censura.
La primera agrupación de su tipo la constituyeron en la ciudad de Santiago de Cuba el 13 de septiembre de 1787, conocida por Sociedad Económica de Cuba, pero el 9 de enero de 1793 abrió sus puertas una segunda casa, bajo el título de Sociedad Patriótica de La Habana, y luego tuvo varios nombres hasta llamarse como la conocemos en la actualidad, en 1898.
Cuando concluyó el dominio español, dejó de ser corporación oficial y continuó su labor de institución privada, por lo que su existencia legal consta de tres momentos: primero, entre 1793–1899 (época Colonial); segundo entre 1899–1959 (época Republicana); y el tercero que comienza en 1994.
Por su mediación, fundaron el Papel Periódico de la Habana, introdujeron el ferrocarril en Cuba, coadyuvaron al surgimiento del Consulado de Agricultura y Comercio, el Jardín Botánico de La Habana, la Casa de Beneficencia y la primera escuela de niñas, la cátedra de química, la Academia de Artes San Alejandro, el Museo de Historia Natural, la Biblioteca Pública Fernando Ortiz y campañas de vacunación.
Como consecuencia, en su nueva fase desde 1994 ha mantenido, con las características de cada espacio histórico, la consagración a su quehacer, mejoramiento y progreso continuos, la entrega de premios que llevan el nombre de sus próceres y su Junta General que otorga la Distinción Pro Patria a quienes sirven a Cuba de forma excepcional. (Tomado de ACN)