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Por: Maritza Gutiérrez
El 10 de marzo se erige, desde 2021, como un día que resuena con la fuerza de la justicia y la igualdad. La Asamblea General de las Naciones Unidas proclamó esta fecha como el Día Internacional de las Juezas, en un gesto que no solo honra a las mujeres que ejercen como jueces en los sistemas judiciales del mundo, sino que también enfatiza la urgencia de asegurar su presencia en estos espacios de decisión.
Este año, el lema “Para conseguir justicia necesitamos más mujeres en la justicia” resuena con claridad, subrayando la correlación entre una mayor representación femenina en la judicatura y un sistema judicial más justo e equitativo.
La iniciativa se nutre de la voz contundente de la Asociación Internacional de Mujeres Juezas (IAWJ), que ha sido pionera en la promoción de la participación femenina en la judicatura. Fundada hace casi tres décadas por un grupo de juezas visionarias, la IAWJ busca incrementar el número de mujeres en puestos judiciales y abogar por la igualdad de justicia para todas las mujeres y niñas alrededor del planeta.
Su misión está en el corazón de la proclamación de este día internacional: construir un mundo donde el respeto por los derechos humanos y los sistemas de justicia inclusivos sean un estándar.
Pilares fundamentales
Uno de los pilares fundamentales que justifican la proclamación de este día es la necesidad de reafirmar los Objetivos de Desarrollo Sostenible, en particular aquellos que abogan por la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres y niñas. En un contexto donde aún persisten desigualdades significativas, resulta crucial fomentar estrategias y políticas que propicien la participación activa de las mujeres en la toma de decisiones dentro del ámbito judicial. Esto no solo contribuirá al desarrollo sostenible y a la democracia, sino que también es esencial para construir un futuro en paz, donde todos los individuos puedan acceder a una justicia verdadera y equitativa.
A pesar de que se han logrado avances en la igualdad de género, el camino hacia una representación equilibrada en la judicatura sigue siendo largo. Las brechas persistentes en el acceso de mujeres a roles de liderazgo en el sistema judicial reflejan una realidad global que demanda atención inmediata. La falta de mujeres en la judicatura no solo limita la diversidad de perspectivas en la toma de decisiones, sino que también socava la confianza pública en la justicia. Cuando las mujeres son subrepresentadas, se pierden las oportunidades de abordar las injusticias de manera más comprensiva y sensible.
La ONU invita a todos los Estados Miembros y a la sociedad civil a conmemorar el Día Internacional de las Juezas mediante actividades educativas y de sensibilización que promuevan la igualdad de género en la judicatura. Esto podría implicar desde talleres y seminarios hasta campañas de concienciación que destaquen la importancia de la inclusión de mujeres en todas las esferas de la justicia.
Actualidad en Cuba
El poder judicial en Cuba se encuentra fundamentalmente en manos de mujeres, ellas ocupaban en el año 2022 el 84% de los cargos y en el último año alcanzan el 79,6%, según datos del Observatorio de Cuba sobre Igualdad de Género.
La diferencia entre la proporción de mujeres y hombres puede estar dada por un acceso y culminación de estudios universitarios favorables para las mujeres en esta especialidad.
En relación con la edad, las personas que se desempeñan como jueces se concentran en los grupos de mediana edad seguido de los jóvenes. La estructura por color de la piel es similar al comportamiento de la de la población cubana.
Un llamado que nos compromete a todos
La celebración de este día no es meramente simbólica; es un llamado a la acción que nos compromete a todos. Al celebrar los logros alcanzados, también debemos reflexionar sobre los desafíos que permanecen y fijar nuestra mirada en el futuro. Porque para lograr una justicia plena, es imperativo que más mujeres se conviertan en juezas, aportando su visión única y trabajando para garantizar que los derechos de cada individuo sean defendidos y respetados.
Así, el 10 de marzo se transforma en un día que no solo recuerda el camino recorrido, sino que también abraza las posibilidades del camino por venir.