El mundo acompaña a Cuba en su lucha contra el bloqueo norteamericano

Eldonita de Lorena Viñas Rodríguez
2021-12-12 13:54:49

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La llegada en 2021 de un nuevo gobierno a Estados Unidos no significó un cambio en la política hostil hacia Cuba.

El presidente Joe Biden mantuvo intacto el bloqueo económico, comercial y financiero, incluso, las 243 medidas adoptadas por su antecesor Donald Trump, 60 de ellas en medio de la Covid-19.

Pero la solidaridad internacional con el pueblo cubano se creció en este año que concluye. Tras meses de pausa por la pandemia, Cuba volvió a llevar ante la ONU su denuncia del cerco económico que desde 1992 es apoyada por abrumadora mayoría.

Por vigésimo novena ocasión se aprobó el proyecto de resolución presentado por la Mayor de las Antillas que exige poner fin al bloqueo, que desde abril de 2019 hasta diciembre de 2020 provocó daños por 9 mil 157 millones de dólares a precios corrientes, 436 millones mensuales como promedio.

Ciento 84 naciones votaron a favor del fin de la unilateral medida que constituyó el mayor obstáculo para el enfrentamiento a la enfermedad causada por el nuevo coronavirus en el país, que tuvo en 2021 su etapa más compleja.

En su intervención el canciller cubano Bruno Rodríguez enfatizó que "¡Como el virus, el bloqueo asfixia y mata...!" y denunció: la imposibilidad de acceder a equipos tecnológicos, dispositivos, tratamientos y fármacos idóneos que se nos impide adquirir de compañías estadounidenses y han de conseguirse a precios exorbitantes con intermediarios o sustituirse con genéricos de menos eficacia, incluso para los recién nacidos y niños enfermos.

La votación demostró una vez más el aislamiento de Estados Unidos, que solo contó como es habitual con el apoyo de Israel, su aliado incondicional.

El norteño país recibió la condena de organizaciones internacionales, foros de concertación regional y representantes de las diversas naciones por el mantenimiento  contra el pueblo cubano de esas acciones coercitivas, de marcado carácter genocida.

Así lo demuestra igualmente la afectación a la labor de varias entidades de la industria biofarmacéutica, entre ellas el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología y el Instituto Finlay de vacunas, vinculadas directamente a los esfuerzos del país para enfrentar la pandemia.

Como expresara el General de Ejército Raúl Castro en abril pasado en la presentación del informe del VIII Congreso del Partido Comunista de Cuba

El daño que estas medidas causan al nivel de vida de la población, no es fortuito ni un efecto colateral, es consecuencia de un propósito deliberado de castigar al pueblo cubano.

Estas medidas propias de tiempo de guerra significaron además, la privación de suministros de combustible y el incremento del acoso a las transacciones comerciales y financieras. Impidieron también el flujo regular e institucional de las remesas a las familias cubanas, obstaculizaron los vínculos con los cubanos residentes en Estados Unidos y la reunificación familiar. Violan asimismo, el derecho de los estadounidenses a viajar libremente a la nación caribeña.

Pero Cuba no está sola. Quedó demostrado un vez más en la ONU y en las constantes acciones que, aun en medio de la pandemia, tuvieron lugar  a nivel internacional en este año. Las caravanas efectuadas a finales de cada mes son un claro ejemplo.

Decenas de ciudades de todo el orbe se sumaron a esta iniciativa, convocada por el Proyecto Puentes de Amor, que desde el propio territorio de Estados Unidos demanda el fin del cerco económico,  y que con el objetivo de dar a conocer esa injusticia contra el pueblo cubano realizó a mediados de año una caminata de más de 2000 kilómetros desde la ciudad de Miami hasta Washington.

En medio del complejo contexto la nación caribeña recibió la invaluable  ayuda solidaria de gobiernos, pueblos, organizaciones de amistad y de cubanos residentes en otras latitudes, pero comprometidos con su Patria.

Desde México, Rusia, China, Bolivia, Venezuela y Nicaragua, entre otros estados, llegaron donativos de alimentos, medicinas y otros insumos para hacer frente a la escasez provocada por un bloqueo recrudecido y la difícil situación económica generada por la COVID 19.

No faltó la aprobación de resoluciones por Parlamentos de otros estados y foros internacionales de rechazo al inhumano cerco. Ese es el caso de la Sexta Cumbre de jefes de estado y de gobierno de la CELAC,  Comunidad de Estados Latinoamericanos y caribeños, efectuada en septiembre último en México.

Precisamente el mandatario mexicano cuestionó en varias ocasiones a lo largo del año la hostil política de Estados Unidos y pidió al norteño país el levantamiento del bloqueo. "Nadie tiene derecho de asfixiar a un pueblo, eso es vil, canallesco", subrayó Andrés Manuel López Obrador.

Contra esas sanciones que dificultan el desarrollo de los pueblos también se manifestó el Papa Francisco, quien solicitó a las naciones ponderosas y grandes cesar los bloqueos contra cualquier país del mundo.

Asimismo más de 200 personalidades del mundo, entre ellas ex mandatarios dirigieron una carta al presidente Biden en demanda de que cese el criminal bloqueo que en casi 60 años ha provocado pérdidas al país por valor de ciento 47 mil 853 millones de dólares.

El bloqueo norteamericano contra Cuba es una de las más largas y graves violaciones de los derechos humanos. Es un acto de guerra en tiempos de paz. En 2021 Estados Unidos continuó asumiendo el virus como un aliado en su hostil política.

Pero el país no se detuvo y continua su lucha contra esa hostil política, porque como expresara el presidente Miguel Díaz Canel:  "Nuestro reclamo a que se ponga fin es y será sin tregua, en lucha incesante mientras permanezca vigente esa política despiadada y genocida. Sabemos que contamos con el apoyo de la comunidad internacional, ratificado en numerosas ocasiones, y de gran parte de los cubanos en el exterior".



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