Cayo Coco, 26 feb (RHC) Un equipo de investigadores cubanos y mexicanos ha logrado demostrar que el sistema amplificador de oleaje potencia el intercambio de agua con el mar, restaura los indicadores ambientales y es capaz de recuperar las lagunas costeras en un corto tiempo, sin gastos excesivos de recursos.
Los científicos estiman que el proyecto de Renovación de Agua de Lagunas Costeras, conocido como Realco, experiencia puesta en práctica por primera vez en Cuba en ese islote del norte avileño, pudiera beneficiar a otros acuatorios de Cuba y el Caribe, resalta el diario Granma.
Rafael Pérez Carmenate, al frente de la Delegación Territorial del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (Citma) en Ciego de Ávila, dijo a Granma que, pese a llevar en funcionamiento apenas 90 días, a simple vista es perceptible el favorable impacto al ecosistema de Laguna Larga, el embalse natural más grande de la cayería norte avileña.
«El acuatorio, que hasta ahora exponía visibles signos de deterioro –explica Pérez Carmenate–muestra la recuperación en la vegetación de las riveras, a partir de que el tiempo de intercambio natural con el mar disminuyó de 45 días a solo cinco».
De acuerdo con los estudios, también hay un cambio positivo en las condiciones bacteriológicas y químicas del acuatorio, lo que permitirá la restauración gradual de la vida silvestre, el renacimiento de los manglares y el establecimiento de la ictiofauna, según los reportes de científicos del Centro de Investigaciones de Ecosistemas Costeros, de Cayo Coco.
El ingeniero hidráulico Héctor Noa Segura, argumentó que, en total, fueron vertidos más de 200 metros cúbicos de hormigón armado por la Empresa Constructora de Obras para el Turismo de Cayo Coco, para implementar el singular proyecto, que constituye una transferencia tecnológica, resultado de la alianza con investigadores de la Universidad Nacional Autónoma de México y el Instituto de Ciencias del Mar de ese centro de altos estudios.
El sistema amplificador emplea solo la energía de las olas para mover los volúmenes del líquido al interior del estero, con un flujo que oscila entre los 0,4 y 1,5 metros cúbicos por segundo. La infraestructura está constituida, además, por compuertas, un canal de 240 metros de largo por 3,6 metros de ancho, un puente peatonal y otro vehicular, paseo y barandas de protección.