Pinares de Mayarí

Holguín, 6 ene (RHC) Las áreas afectadas en 2023 por el incendio de grandes proporciones en Pinares de Mayarí, en la provincia de Holguín, muestran ya signos de recuperación, tras una evaluación realizada por especialistas del Centro de Investigaciones y Servicios Ambientales de este territorio.

Carlos Peña Rodríguez, jefe del departamento de Ecosistemas Terrestres de esa institución señaló que el siniestro se extendió por 25 días y dañó fundamentalmente la calidad del aire, las fuentes de agua y los suelos.

Consecuencias de la catástrofe resultaron perjudicadas formaciones vegetales, poblaciones de aves, moluscos y reptiles, las cuales tienen un alto nivel de endemismo contemplados en los programas de manejo del Parque Nacional Mensura-Piloto, dañado por las llamas.

Actualmente, se trabaja en potenciar la regeneración orgánica de los espacios con los menores daños, proceso que consiste en la no intervención del hombre para que la propia naturaleza se recupere, explicó.

En los lugares con mayores perjuicios intervienen los ministerios de la Agricultura y el de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente, los cuales han estado reforestando con posturas de pinus cubensis, autóctono de la región, cuyos bosques fueron objeto de destrucción por el fenómeno.

Así mismo en las zonas montañosas se mantienen los estudios de monitoreo de las poblaciones bióticas para determinar el regreso de aquellas que buscaron refugios en lugares seguros y evaluar la presencia de individuos jóvenes que incidan en la reproducción de las especies.

Más del 85% de los incendios forestales en Cuba se originan fundamentalmente por la acción humana, debido a la quema de potreros, la caza furtiva y la irresponsabilidad de los transeúntes, mientras solo un ocho por ciento proviene de causas naturales como descargas eléctricas.

En el caso específico de Pinares de Mayarí, el foco primario se inició el 19 de febrero del 2023 en campos de pastos de la Vaquería 14, ubicada al norte del asentamiento de Vivero dos, aunque no se descarta la posibilidad de que existieran focos secundarios en otros puntos de la meseta y que convergieran finalmente en una zona muy extensa de afectación. (Fuente:ACN)