Ellenton.- 16 ene (ap).- El propietario del circo Ringling Bros. and Barnum & Bailey dijo que el show cerrará para siempre el próximo mayo, luego de 146 años de presentaciones.
El icónico espectáculo estadounidense se vio perjudicado por una serie de factores, según los ejecutivos de la compañía. El declive en la asistencia y su alto costo operativo, así como los cambios en los gustos del público y las largas batallas con grupos en favor de los derechos de los animales contribuyeron al cierre del circo.
“No es solo una cosa”, dijo Kenneth Feld, presidente y director general de Feld Entertainment. “Esta ha sido una decisión muy difícil para mí y para toda la familia”.
La compañía dio la noticia a los empleados del circo la noche del sábado, luego de sus funciones en Orlando y Miami.
Ringling Bros. tiene dos circos ambulantes esta temporada y realizará 30 funciones antes de mayo. Sus principales actuaciones serán en Atlanta, Washington, Filadelfia, Boston y Brooklyn. Los espectáculos finales serán el 7 de mayo en Providence, Rhode Island, y en Uniondale, Nueva York, en el Coliseo del Condado Nassau, el 21 de mayo.
El circo, con sus animales exóticos, sus exuberantes disfraces y sus acróbatas que desafían a la muerte, fueron la base del entretenimiento estadounidense desde mediados de 1800. Phineas Taylor Barnum hacía un espectáculo ambulante con animales y rarezas humanas, mientras que los cinco hermanos Ringling se dedicaban a los malabares y las parodias en su sede en Wisconsin. Eventualmente se fusionaron y crearon el circo moderno. Las grandes compañías circenses recorrían Estados Unidos en tren, asombrando al público con una amplia gama de atracciones y animales exóticos.
Hacia mediados de siglo, el circo se convirtió en algo rutinario y en el espectáculo familiar por excelencia. Pero conforme avanzó el siglo XX, los niños se mostraron cada vez menos entusiasmados con el show. El cine, la televisión, los videojuegos e internet se apropiaron de la mente de los más jóvenes. El circo no tenía astutas campañas de publicidad ni dibujos animados para impulsar su imagen.
“En muchos sentidos, la competencia fue el tiempo”, reconoció Feld añadiendo que trasladar el espectáculo en tren y otras peculiaridades circenses – como una escuela móvil para los hijos de los artistas – son cosas de otra era. “Es un modelo distinto que no podemos ver cómo podría funcionar en el mundo actual como para justificar y mantener una entrada costeable. Así que tenemos todo eso en contra”.
La familia Feld compró el circo Ringling en 1967. Entonces, el espectáculo duraba poco menos de tres horas. Ahora la función se extiende dos horas y siete minutos, y su segmento más prolongado – la actuación del tigre – dura 12 minutos.
“Intenten mantener quieto 12 minutos a un niño de ahora de tres o cuatro años”, subrayó.
Feld y su hija, Juliette Feld, quien es la directora de operaciones de la compañía, reconocen que otro de los factores que provoca su cierre es lo que en algún momento atrajo a millones de personas a su espectáculo: los animales. Ringling ha sido blanco de activistas que afirman que es cruel e innecesario obligar a los animales a aparecer en sus funciones.
El colectivo People for the Ethical Treatment of Animals (PETA), enfrentado desde hace mucho tiempo con el circo, no tardó en reclamar la victoria.
“Tras 36 años de protestas de PETA, que han despertado al mundo a la situación de los animales en cautividad, PETA proclama el final de lo que ha sido el espectáculo más triste sobre la Tierra para los animales salvajes, y pide a todos los demás circos con animales que sigan su ejemplo como una señal de los tiempos cambiantes”, escribió la presidenta del grupo, Ingrid Newkirk, en un comunicado.
Wayne Pacelle, presidente y director ejecutivo de The Humane Society of the United States, reconoció que el anuncio era “agridulce” para los Felds pero agregó: “Aplaudo su decisión de alejarse de una institución basada en actos impropios en animales salvajes”.