En declaraciones a la revista La Jiribilla, Leal  confirmó que efectivamente en esa céntrica manzana se construirá un hotel, lo cual no afectará en absoluto la integridad del cine-teatro, más bien contribuirá a su restauración y reapertura como lo que siempre ha sido, una institución de servicio público.

Con el Payret se ha cometido en estos días un acto de mala fe continuada que desconoce, en primer lugar, la atención recibida por ese coliseo a lo largo del período revolucionario, época en la que se han emprendido dos restauraciones muy costosas, una en 1969 y la otra en 1981, aseguró.

Agregó que se desconoce y manipula, además, la responsabilidad asumida durante muchos años por la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana, que ha llevado a cabo numerosos proyectos de inversión, con absoluto respeto por el valor patrimonial de cuanta edificación se ha intervenido y que ha sabido asumir con responsabilidad y rigor cada una de las decisiones tomadas.

Hay en este sentido una amplia relación de trabajo con el Ministerio del Turismo y con el Grupo Empresarial GAESA, siempre sobre la base del respeto mutuo y la observancia de las regulaciones vigentes para el trabajo con edificaciones de valor patrimonial. De esta práctica de trabajo conjunto han nacido varias de las obras que hoy prestigian nuestro Centro Histórico, dijo Leal.

Según información publicada por La Jiribilla, la primera actividad pública en este teatro se desarrolló el 21 de enero de 1877, y su inauguración oficial fue un día después.

Tras pertenecer a varios dueños durante la República, la construcción original fue demolida en 1951 y en su lugar se levantó el edificio que permanece hasta hoy.

El Payret permanece cerrado desde 2008 por deterioro funcional y carencia de mantenimiento constructivo.

(ACN)