Enigmática estela de Tutankamón hace palpitar corazón de Egipto

Eldonita de Lorena Viñas Rodríguez
2020-11-05 11:52:48

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Por Adalys Pilar Mireles

El Cairo, 5 nov (RHC) El faraón más conocido y entre los más enigmáticos, Tutankamón, hace latir el corazón de Egipto cada noviembre, cuando los hijos del desierto recuerdan el descubrimiento de su tumba, desafiando los rigores del clima y las maldiciones asociadas.

El 4 de noviembre de 1922 el dibujante y arqueólogo británico Howard Carter halló el sepulcro del que fuera conocido después como el rey dorado, identificado como el KV62 para diferenciarlo de los restantes localizados en el Valle de los Reyes, la famosa necrópolis de la ciudad de Tebas.

Fueron necesarios unos ocho años para vaciar la tumba y trasladar al Museo Egipcio de El Cairo todos los objetos encontrados en su interior, debido al meticuloso método empleado por el investigador y a la cantidad de piezas conservadas en las profundidades, que superan la cifra de cinco mil.

Muchas de ellas son de oro macizo, como la máscara funeraria del rey niño (1342–1325 a.n.e), fallecido a muy temprana edad.

Según apuntes históricos se trató del hijo de Akenatón y gobernó entre el 1334 y el 1325 a.n.e, en el período correspondiente a la dinastía XVIII.

Pese a la creencia ampliamente difundida otrora entre los egipcios de que una fatalidad rondaría a aquellos que osasen interrumpir el sueño eterno del monarca, Carter siguió sus instintos hasta que consiguió localizar el recinto funerario bajo los restos de las viviendas de los trabajadores de la época ramésida, lo que lo salvó de los saqueos de ese período.

Y aunque el propio explorador, quien murió mucho después a la edad de 64 años, negó haber visto una maldición escrita en las paredes del lugar, algunas versiones defienden la existencia de un texto con la advertencia de que 'la muerte golpearía con su miedo a quien perturbase el descanso del faraón'.

No obstante los malos presagios las pertenencias de Tutankamón han estado expuestas por décadas, a la vista de millones de turistas y lugareños en el céntrico museo de antigüedades de la cairota Plaza Tahrir, sin olvidar que parte de su colección recorrió capitales del mundo, París entre las más recientes.

Inconformes con la información disponible hasta ahora, reconocidos egiptólogos como Zahi Hawass lideran pesquisas para determinar con exactitud la causa de su muerte mediante el empleo de avanzadas tecnologías.

Su vida y su fallecimiento, ambos rodeados de interrogantes, cautivan hasta ahora a los estudiosos amantes del Antiguo Egipto, comentó el experto a Prensa Latina.

Presumimos que sufrió un accidente dos días antes de su partida a la otra vida, hallamos una herida en su pierna izquierda y queremos precisar si tuvo alguna infección, puntualizó.

Tal fue su influjo que Hawass no se conforma con desentrañar el misterio, sino que decidió componer una ópera para reverenciarlo, la cual será estrenada en marzo venidero.

A modo de tributo al icónico personaje, es posible ahora visitar su tumba en el Valle de los Reyes, situada en Luxor, por la mitad del precio habitual.

Y como si fuera poco, las estelas de Tutankamón tendrán un espacio protagónico en el Gran Museo, construido muy cerca de las pirámides de Giza, patrimonio mundial. (Fuente: Prensa Latina)



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