Por Roberto F. Campos

El incremento del turismo en Cuba tiene muchas aristas hoy, cuando incluso peregrinos de todo el mundo aprecian la práctica del buceo y snorkeling en las aguas insulares.

Este parecer lo sustentan funcionarios del Ministerio del Turismo (Mintur) consultados por Prensa Latina, quienes recalcan la intención de las autoridades por diversificar las propuestas para vacaciones.

De ahí que la naturaleza virginal cubana tenga un encanto particular en el caso de los fondos marinos.

En esa cuerda, muchos expertos coinciden con los intereses de los turistas a la hora de escoger o recomendar sitios para la práctica del buceo contemplativo en este archipiélago.

En la lista incluyen para dichos fines a la Isla de la Juventud, con Cayo Largo del Sur, en la porción suroccidental del archipiélago, María La Gorda, el litoral Norte habanero, Varadero, Península de Zapata, Santiago de Cuba, Norte de Camagüey, Holguín, Jardines del Rey y Jardines de la Reina.

El último mencionado constituye uno de los mejores escenarios frecuentado sobre todo profesionales, pues verdaderamente los Jardines de la Reina constituyen un lugar maravilloso.

Los fondos cubanos muestran al visitante una posibilidad única de guardar recuerdos muy particulares.

Varios son los encuentros incluso de fotografía submarina que se organizan en distintos puntos de la costa y de la plataforma insular, aprovechando las bellezas bien conservadas, el clima y una infraestructura apropiada.

Un informe del Mintur, oportunamente indicó la existencia de más de 500 zonas de buceo bien estudiadas en los alrededores de Cuba, con paisajes submarinos, rincones exóticos, cuevas, paredes verticales y túneles.

También pueden encontrar los buceadores acantilados y canales con infinitas opciones para esta práctica, tanto diurna como nocturna. Sin embargo, el hundimiento de barcos de la flota española en épocas anteriores aún mantiene secretos por descubrir.

Las formaciones coralinas se localizan a pocos metros de las costas y permiten por demás la protección de sus playas, y atractivos escenarios. Tanto el litoral norte como el sur incluyen promisorias cayerías, entre los lugares ideales para sumergirse.

Por demás, la arqueología tiene espacios muy particulares, pues restos de naves descansan en el lecho marino, como reflejo de la fuerte actividad comercial en la región durante siglos, de la ocurrencia de sucesos bélicos y otras causas como accidentes.

Como ejemplos están las inmediaciones del oriental territorio santiaguero, a 900 kilómetros al este de La Habana, con numerosos pecios, testigos de la batalla naval de la Guerra hispano-cubano-norteamericana, en 1898.

Desde hace unos 500 años más de un millar de barcos fueron hundidos en estas aguas; entre ellos galeones con los tesoros del nuevo mundo, víctimas de piratas y tempestades.

Este tipo de prácticas, enriquece el panorama recreativo de la isla e instruye de los métodos apropiados de apreciar las bellezas, sin dañar los fondos y preservando ese tipo de paisaje para el futuro. (Tomado de PL)