Critican en el mundo política de Trump hacia Cuba

Eldonita de Nuria Barbosa León
2017-06-16 21:02:29

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La Habana, 16 jun (RHC) Inmediatamente de divulgarse el discurso del presidente Donald Trump con nuevas medidas de endurecimiento de la política exterior hacia Cuba, comenzaron a conocerse diversos mensajes de repudio.

El Partido Comunista de Puerto Rico (PCPR) criticó la política del presidente estadounidense Donald Trump al cancelar el acuerdo bilateral de su predecesor para la normalización de las relaciones con Cuba.

“Nuevamente, la politica prepotende del imperialismo norteamericano intenta imponer a Cuba sus criterios con la intención de perjudicar sus avances políticos y sociales, a la vez que complace a los sectores de la ultraderecha contrarrevolucionaria en Miami”, dijo la organización puertorriqueña.

El PCPR consideró que con el paso dado por Trump, que revoca parte de los avances alcanzados durante el gobierno de Barack Obama, se pretende reforzar la fracasada política de aislamiento económico hacia la nación caribeña que, si bien ha tenido efectos negativos para el pueblo cubano, no ha conseguido doblegar su dignidad.

En lugar de cargar mayores daños económicos a Cuba, que en los últimos 55 años se estiman en 753 mil millones de dólares, Trump debería proceder a devolver el territorio que Estados Unidos ocupa con su base naval en Guantánamo, manifestó la declaración de los comunistas boricuas en San Juan.

“La política de injerencia de Washington contra Cuba está enmarcada en el daño que desde hace más de un siglo ha cado a los pueblos de América Latina y el Caribe”, estableció.

El Partido Comunista boricua invitó a Trump a mirar hacia Puerto Rico a la hora de hablar de libertad y democracia.

“Durante 118 años Estados Unidos no sólo ha mantenido a Puerto Rico sometido a un vil sistema colonial, sino que ha obstruido de forma sistemática toda posibilidad de autodeterminación y lo ha conducido a una bancarrota económica y social”, afirmó la agrupación política.

También la Cancillería rusa criticó el cambio de política hacia Cuba anunciado por el presidente estadounidense, Donald Trump, y denunció la política de intromisión permanente de Washington en los asuntos de otras naciones.

La dirección de Cuba, considero, previó la profundidad de las maniobras del presidente Barack Obama, declaró la vocera de la Cancillería rusa, María Zajárova.

Cuba conoce bien de cerca a su vecino norteño, señaló la portavoz, quien afirmó que la única característica previsible de Estados Unidos es su intromisión permanente en los asuntos internos de países soberanos.

En las últimas décadas, cada nueva administración norteamericana abolió las decisiones de principio en política exterior de la anterior, destacó Zajárova.

Trump anunció esta jornada una serie de medidas anticubanas, la mayoría de las cuales anula las decisiones de la administración de Obama, tras el restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre Washington y La Habana.

Y la Organización No Gubernamental Oxfam América consideró como un retroceso decepcionante la nueva política de Estados Unidos hacia Cuba anunciada por el presidente Donald Trump en la ciudad de Miami, Florida.

En una declaración ante ese hecho, el vicepresidente de la entidad para Políticas y Campañas, Paul O’Brien, manifestó que la iniciativa del gobierno norteamericano va en detrimento del progreso de las relaciones bilaterales de los últimos dos años.

Asimismo, explicó, afecta las oportunidades de establecer acuerdos económicos y sociales entre los ciudadanos de ambos países, y representa un ejemplo preocupante del creciente aislamiento de la posición estadounidense de Trump.

Es hora de terminar definitivamente con el bloqueo económico, comercial y financiero de Estados Unidos contra Cuba; no de regresar a la fracasa política del pasado de puertas cerradas, puntualizó O’Brien.

Recordó que la opinión pública continúa mostrando en encuestas que apoya una mayor apertura por parte de Estados Unidos y el cese del cerco, cuyo rechazo a nivel internacional es casi unánime.

Si miramos en el pasado, Trump solamente logrará aislar a Estados Unidos de las relaciones interamericanas que beneficiarían a toda la población del continente que compartimos, sostuvo.

La nueva política de Washington hacia Cuba restringe el comercio con empresas públicas de la isla, refuerza las limitaciones a los viajes de norteamericanos y reafirma el bloqueo impuesto al país.

De acuerdo con el ocupante de la Casa Blanca, su estrategia irá dirigida a limitar el comercio para “impedir que llegue dinero al Estado cubano”.

Trump llamó a la nación antillana a poner 'sobre la mesa' un mejor acuerdo, para lo cual realizó exigencias fuera de los alcances de su administración, pues competen al Gobierno y al pueblo de otro país.

Por su parte, Jérôme Fauré, director de Oxfam para Cuba, señaló que regresar a los decenios de fracasos en las políticas hacia la isla es la vía más errada para comprometer un diálogo constructivo que involucre voces diversas.

Mientras para Raúl Martínez, vocero de la Coordinadora Salvadoreña de Solidaridad con Cuba, las nuevas medidas proclamadas por Trump en Miami siguen el 'guión trasnochado de la guerra fría, de una política del chantaje y la matonería internacional'.

De ahí la condena a este nuevo recrudecimiento al bloqueo económico, financiero y comercial que Washington mantiene contra Cuba desde 1962, pese al rechazo del mundo, de buena parte de la comunidad cubanoamericana y de los ciudadanos estadounidenses.

La mayoría de las medidas anunciadas por la Casa Blanca anula las decisiones de la administración de Barack Obama, que llevaron al restablecimiento de las relaciones diplomáticas y flexibilizó el intercambio entre ambos países.

El nuevo giro, señala la Coordinadora, afecta principalmente al pueblo cubano, viola el derecho humano de los estadounidenses a la libre circulación, y constituye una forma de terrorismo económico, ejercido también contra Venezuela.

Ante tal escenario, la organización convoca al pueblo latinoamericano a movilizarse contra la escalada de Estados Unidos contra los procesos democráticos y progresistas de América Latina, en un repunte del intervensionismo de Washington.

 



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