Damasco, 10 jul (RHC) El ejército de Siria recuperó más de 1500 kilómetros cuadrados de territorio ocupado por los terroristas, desde la provincia de Raaaá hasta el este de Hama.

De esa manera, se eliminaron las líneas de suministros del grupo extremista Estado Islámico, ahora casi rodeado en una vasta región del desierto de Badíya, en el norte de ese país árabe.

Fuentes militares aseguraron que también se lograron recuperar importantes áreas petroleras y de gas como Al Tára y las aldeas de Jamád, así como colinas cercanas al campo petrolífero de Al Hael.

Dentro de las regiones recuperadas destaca, además, Al Rasafah, sede de históricos sitios arqueológicos que fueron dañados y saqueados por los terroristas.

También se divulgó que aviones de combate de Siria bombardearon posiciones del Frente Fateh Al-Sham (antes Al-Nusra) en la periferia de la localidad de Arsal, en el noreste de El Líbano.

De acuerdo con la agencia oficial NNA, cazabombarderos sirios realizaron varias incursiones en las montañas que rodean Arsal, un poblado situado a escasos 12 kilómetros de la porosa frontera con Siria donde están atrincherados terroristas de esa organización y del Estado Islámico (EI).

Fuentes del Ejército local recordaron, además, que los bombardeos ordenados por Damasco se producen después de que el domingo la fuerza aérea siria atacara el área de Al-Kassarat, que sufrió operaciones similares en días recientes.

Asimismo, las incursiones ocurrieron en medio de reportes de que el movimiento de Resistencia libanés Hizbulah, que apoya al gobierno del presidente Bashar Al-Assad en la lucha contra bandas opositoras y grupos terroristas armados, está preparando una campaña de envergadura.

La presunta ofensiva que coordina la agrupación chiita tendría como propósito desalojar a las agrupaciones yihadistas como el DAESH, acrónimo árabe de EI, y el Frente Fateh Al-Sham de las inmediaciones de localidades libanesas limítrofes con el vecino país.

El dirigente del consejo central de Hizbulah jeque Nabil Qaouq afirmó el domingo que algunas fuerzas políticas en El Líbano no desean la expulsión del DAESH y de Al-Nusra de la zona fronteriza debido a “cálculos electorales”.

Qaouq acusó a algunos partidos de buscar impedir que se despeje la referida área de extremistas y cuestionó la actuación del ejecutivo libanés que encabeza el primer ministro Saad Hariri, un acérrimo crítico de Hizbulah y del presidente Al-Assad.

“El fracaso del gobierno en aprobar una estrategia nacional para liberar el territorio ocupado por el DAESH y Al-Nusra, y para solucionar la crisis de los refugiados sirios en El Líbano se deben a la presencia de un campo que está poniendo sus intereses electorales antes que los nacionales”, denunció.

Al respecto, subrayó que “no toleraremos la persistencia de la crisis por el hecho de que ciertas facciones deseen mantenerla confinada a cálculos electorales o a dictados sauditas”, en clara alusión al bloque Mustaqbal (Futuro) que lidera el primer ministro Hariri, fuerte aliado de Riad.

Según Qaouq, el interés nacional requiere que los libaneses no ignoren la ocupación de parte del territorio por bandas terroristas islámicas y poner el interés de la nación por encima de los electorales o “dictados extranjeros”.

“La crisis de los refugiados sirios no es el problema de un partido, secta o región, sino más bien una crisis cuyas amenazas están afectando a todos los libaneses”, advirtió.

El político y clérigo chiita recordó que el EI y Fateh Al-Sham buscan mantener las afueras de Arsal y Ras Baalbek como “plataforma de lanzamiento para atacar al ejército, al pueblo y a la resistencia”.

Apuntó que la frontera contiene talleres para fabricar carros bomba, campos de entrenamiento, túneles y potenciales suicidas.