Washington, 16 jul (PL) El presidente estadounidense, Donald Trump, anunció que nombró al exfiscal Ty Cobb como abogado especial de la presidencia, con lo cual manejaría el tema de la presunta interferencia rusa en las elecciones de 2016.
Según un funcionario citado por la cadena CNN, esta figura supervisará la respuesta legal y mediática a la investigación que se realiza a nivel federal y legislativo, la cual examina también acusaciones sobre una supuesta colusión entre el equipo del mandatario y el país euroasiático.
En un corto comunicado la Casa Blanca dio a conocer que Cobb prestará servicios como miembro importante del personal de la mansión ejecutiva, en su rol de abogado especial.
Cobb es socio de la firma Hogan Lovells en esta capital, miembro del Colegio Americano de Abogados de Juicio, y obtuvo una licenciatura en derecho en la Universidad de Georgetown, según la declaración de la presidencia.
El diario Washington Examiner precisó que el jurista coordinará sus labores con el asesor externo de Trump, Marc Kasowitz. Durante varias semanas, los funcionarios de prensa del jefe de Estado han dirigido todas las preguntas sobre el tema de los comicios de 2016 a Kasowitz, quien ha proporcionado una respuesta limitada a los medios de comunicación.
La contratación de Cobb se produce en medio de un intenso escrutinio tras la revelación de que el hijo mayor del mandatario, Donald Trump Jr., se reunió con una abogada rusa en junio del año pasado.
Según el periódico The New York Times, el primer medio en revelar esa noticia, el objetivo de la cita celebrada en la Torre Trump de Nueva York era obtener datos dañinos sobre la ex candidata presidencial demócrata Hillary Clinton.
Luego el primogénito del presidente indicó que se le ofreció tal contenido antes de asistir al encuentro, en el cual habrían participado también el entonces jefe de campaña electoral de Trump, Paul Manafort, y el yerno del mandatario Jared Kushner, y otras cuatro personas.
La jurista, por su parte, manifestó en declaraciones a la cadena NBC que nunca tuvo materiales dañinos y sensibles sobre Clinton, ni fue su intención poseerlos.
Pero consideró como muy probable que el hijo mayor del jefe de Estado esperara obtener ese tipo de información en la cita, porque 'ellos la querían desesperadamente'.
