Beijing, 6 jun (RHC) China exigió a Estados Unidos cesar las provocaciones y el sensacionalismo sobre la llamada militarización del mar Meridional, tras advertirle que esos actos pueden desencadenar serias consecuencias.
En Beijing, Hua Chunying, vocera del Ministerio de Relaciones Exteriores, expresó que a su país no le intimidan el despliegue de bombarderos y buques de guerra norteamericanos, por el contrario, seguirá adelante con las medidas necesarias para defender su soberanía nacional con mayor firmeza.
La portavoz criticó a la nación norteña y le exigió una explicación por enviar la víspera dos naves B-52 a las cercanías del mar de China Meridional en nombre de la libertad de navegación, además de acentuar que ninguna de esas acciones impedirá a su país dejar de velar por el mantenimiento de la paz y estabilidad en la región.
El despliegue de los bombarderos B-52 es lo último en la saga de incursiones bélicas que Estados Unidos realiza sin permiso en aguas del gigante asiático desde comienzos de este año.
La pasada semana, China anunció que reforzará la capacidad defensiva de las fuerzas Aérea y Naval para contrarrestar esos movimientos, los cuales considera perjudicial para la confianza entre los ejércitos de los dos países y el buen orden del espacio marítimo.
En un evento, que sesiona en la capital cubana se argumentó que la administración de Estados Unidos encabezada por el presidente Donald Trump mantendrá la retórica belicista e incrementará sus gastos militares, en aras de reforzar su estrategia de dominación global.
En la última jornada de la Conferencia de Estudios Hemisféricos y sobre Estados Unidos que se realizó durante dos días en la Universidad de La Habana, los académicos coincidieron en que el gobierno de Trump sustenta su discurso hacia el exterior –entre otros pilares- en la política de Hard Power.
Trump considera a Rusia y China verdaderas amenazas porque estas naciones -en su opinión- son competidores económicos, políticos y militares, dijo el especialista del Centro de Investigaciones de Política Internacional, Enrique Martínez.
El pretexto de la Casa Blanca para arremeter contra esos países, es que ellos están impugnado sus ventajas geopolíticas y tratan de cambiar el orden internacional, explicó Martínez.
Realmente –recalcó Martínez- su estrategia de defensa no es contra el terrorismo, sino contra Rusia y China.
Van a crecer los gastos militares, las amenazas y el empleo de la fuerza como instrumentos para intentar mantener su dominación, alertó el investigador, quien aseguró que la carrera armamentista será superior a la etapa de la Guerra Fría.
Sobre las relaciones de Estados Unidos con África, la académica del Centro de Estudios Hemisféricos y sobre Estados Unidos de la Universidad de La Habana, Yanelexy Soto explicó que se mantiene una rigurosa reglamentación para la actividad comercial.
Son muchos los requisitos que Washington establece y varias naciones no llegan a cumplirlos, agregó Soto.
Trump mostró una actitud racista respecto a varios países, incluso hacia naciones africanas, donde redujo la ayuda financiera para el desarrollo, dijo Soto.
Respecto a la República Islámica de Irán, la especialista del Centro de Investigaciones de Política Internacional, Gisselle García puntualizó que la actual administración norteamericana busca demonizar al país persa, además de generar una escalada en el ámbito militar.
Asimismo, Trump relegó el conflicto israelo-palestino de todas las agendas de negociación y ordenó el traslado de la embajada del país norteño a Jerusalén, sin importar las implicaciones de esta decisión, comentó García.
Los expertos reunidos en Universidad de La Habana cuestionaron la eficacia de la política de fuerza de Estados Unidos y hasta qué punto existe una verdadera armonía entre los centros de pensamientos y el actuar del gobierno.
