Bruselas, 11 jul (RHC) Agricultores belgas protestaron contra el acuerdo de libre comercio entre la Unión Europea (UE y el Mercado Común del Sur (Mercosur), el cual deberá ser ratificado por los países miembros del bloque comunitario.

La ratificación del pacto, que no entrará en vigor hasta dentro de dos años, incluye a los 28 países de la UE y a los cuatro del Mercosur: Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay.

También necesita del visto bueno del Parlamento Europeo, con los Verdes y la Izquierda Europea muy escépticos hasta ahora.

El diputado de la Izquierda Unitaria Europea, Marc Botenga, explicó que los estándares de producción de carne de vacuno en los países del Mercosur “no son los mismos” que en la UE.

La manifestación se suma a las registradas en e Inglaterra por el aumento de las importaciones de productos agrícolas de América del Sur, especialmente de la carne de vacuno, teniendo en cuenta el futuro impacto de la salida del Reino Unido de la Eurozona.

'El Brexit tendrá una influencia muy fuerte en el sector de la carne de vacuno porque Irlanda es un gran productor europeo. ¿Adónde va esa carne? ¿Va a ir al Reino Unido o va a volver a Europa?', preguntó Yves Vandervoorde, del Sindicato de Agricultores belgas.

Desde que ambos bloques cerraron el pacto no han cesado de escucharse, también en , voces críticas de agricultores preocupados por la llegada de productos del Mercosur, así como de ecologistas, inquietos por la política ambiental de Brasil.

Los ganaderos franceses, dependientes en gran medida de las subvenciones europeas y organizados en grupos familiares que generan pocos ingresos, consideran que no lograrán competir con las “fábricas de carne” latinoamericanas.

sostiene que mientras en la UE cada vez hay más normas medioambientales, en América Latina se usan antibióticos como hormonas del crecimiento y soja modificada genéticamente.

Los activistas medioambientales también se han levantado contra el acuerdo, tal es el caso del eurodiputado francés Verde, Yannick Jadot, quien consideró que el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, “quiere masacrar la Amazonía” y “autorizó 239 pesticidas que estaban prohibidos”.

El Ejecutivo francés dejó claro la semana pasada que no se apresurará en ratificar el acuerdo comercial antes de mirarlo con detalles, según la portavoz oficial del gobierno, Sibeth Ndiaye.

Para el director del Centro de Expertos en Economía Internacional, Sébastien Jean, la posición del gobierno francés “tiene lógica, ya que este acuerdo puede tener consecuencias significativas sobre la agricultura europea y el medioambiente a nivel global”.