Quito, 21 abr (RHC) Una reciente encuesta de la firma Cedatos-Gallup demostró que sólo un 24% de los ecuatorianos aprueban el manejo realizado por el presidente Lenín Moreno en el combate al nuevo coronavirus.

La encuesta demuestra que Moreno es la autoridad con menor aprobación por la gestión de la emergencia sanitaria en el país suramericano.

El vicepresidente del país, Otto Sonnenholzner, tiene el 50% de aprobación; la ministra de Gobierno, María Paula Romo, el 29%; el ministro de Salud, Juan Carlos Zevallos, el 47% y el ministro de Defensa, Oswaldo Jarrín, el 49%.

La alcaldesa de Guayaquil (oeste), Cynthia Viteri, tiene el 32% de aprobación a su gestión. Esa ciudad es la más golpeada de Ecuador por la pandemia.

En contrapartida, con el 82%, Jorge Yunda, alcalde de Quito (norte), la capital del país, ocupa el primer lugar en el ranking de aceptación.

En cuanto al manejo de la crisis sanitaria por parte de las instituciones, la policía nacional (92%) y las fuerzas armadas (90%) son las que cuentan con mayor aprobación entre los ecuatorianos.

Sin embargo, médicos y enfermeras alcanzaron la más alta calificación con una aprobación del 96% de los entrevistados.

La encuesta fue realizada la semana pasada, a un mes de la emergencia sanitaria para frenar el COVID-19.

La encuesta se realizó en 1.386 hogares, con entrevistas telefónicas, computarizadas y georeferenciadas por sectores, en ocho ciudades ecuatorianas.

El estudio reveló que un 79% de la población se muestra preocupada, aburrida, incierta y temerosa frente a la crisis sanitaria por la pandemia del COVID-19.

Respecto a qué ha hecho la población ecuatoriana durante la cuarentena: un 24% dijo que trabaja desde casa; el 10% se dedica a estudiar; un 9% trabaja fuera; el 25% se ha dedicado a atender y arreglar la vivienda; y un 28% no ha podido trabajar ni estudiar.

La mayor preocupación de los consultados tiene que ver con los efectos del nuevo coronavirus en sus economías.

El 69% dijo temerle más a contagiarse ellos y sus familias y no tener recursos para afrontar la enfermedad, en tanto un 31% teme no contar con recursos para alimentar a sus familias.
Fuente: Sputnik