Washington, 5 jul (RHC) Hasta los exteriores de la Casa Blanca llegaron las protestas masivas en Estados Unidos en contra del racismo, justo el mismo día en que deben festejar la independencia.

El discurso pronunciado por el presidente Donald Trump, enardeció más a la multitud. Para los manifestantes, no hay nada que festejar en el Día de la Independencia, ya que no todos los estadounidenses son libres y que el país sigue estando bajo el yugo del racismo.

Manifestantes incendian la bandera estadounidense fuera de la Casa Blanca después del discurso de Donald Trump con ocasión del Día de la Independencia de EE.UU.

Sólo unos momentos después de que el presidente estadounidense, Donald Trump, terminará el sábado sus declaraciones con motivo del día de la independencia del país norteamericano, los manifestantes quemaron una bandera de EE.UU. cerca de la Casa Blanca, gritando “Estados Unidos nunca fue genial”.
La plaza acogió a los manifestantes durante todo el día, una escena sin tensión mientras los manifestantes, seguían exigiendo “justicia racial”; al anochecer se desarrollaron una serie de confrontaciones entre los partidarios de Trump y sus adversarios.

Temprano en la noche, justo antes de que comenzara el desfile aéreo militar del 4 de julio, un grupo de manifestantes se reunió para un “Desafío de quema de banderas”, donde encendieron pequeñas banderas estadounidenses antes de quemar una bandera más grande que estaba en el suelo.

Uno, dos, tres, cuatro, esclavitud, genocidio y guerra. Cinco, seis, siete, ocho, Estados Unidos nunca fue grandioso”, así cantaban los participantes en la protesta, mientras quemaban la bandera norteamericana, en la plaza fuera de la Casa Blanca llamada “Black Lives Matter”.

Los manifestantes exigían la renuncia de Donald Trump y su vicepresidente, Mike Pence, debido a la falta de “liderazgo” de la Administración Trump tras el asesinato del ciudadano afroamericano George Floyd, que estaba bajo custodia policial en Mineápolis, el 25 de mayo.

El mandatario estadounidense, en su discurso, tachó de izquierdistas radicales a los manifestantes. Trump había fustigado ferozmente contra la quema de la bandera, enfatizando que quienes profanan el signo del país deberían ir a la cárcel.

Los manifestantes instalaron tiendas de campaña y bloquearon una calle cerca de la Casa Blanca. Se registraron momentos de tensión cuando la policía ordenó a los participantes retirar sus tiendas. Hubo también movilizaciones en el estado de Colorado por el caso de Elijah McClain, otra víctima del racismo.

Ignorando la emergencia sanitaria provocada por el coronavirus y la oposición de líderes tribales, el presidente Donald Trump, viajó a Dakota del Sur. En un acto multitudinario, difundió un mensaje calificado divisivo por varios medios estadounidenses.

El republicano atacó a los partidarios del movimiento “Las Vidas Negras Importan”, especialmente a los que piden remover los monumentos y símbolos confederados que abundan en espacios públicos.Acusó a ellos de lanzar una “campaña despiadada para borrar los valores” del país.

En medio de un grave repunte del coronavirus y con casi 130 000 muertos a espaldas, apenas mencionó la pandemia y centró la mayor parte del discurso en la simbología. Se limitó a asegurar que EE.UU. está “de camino a una formidable victoria” ante la pandemia, aunque su país ha registrado la mayor cantidad de fallecidos en el mundo.

Todo eso ha puesto en cuestión su liderazgo y su capacidad de gestión. Las encuestas indican que el magnate enfrenta una llamativa desventaja ante el demócrata Joe Biden a tan solo cuatro meses de las elecciones.

Fuente: Hispantv