La Paz, 30 jul (RHC) Bolivia registra récord de fallecidos diarios por coronavirus en el país, con 88 decesos en 24 horas, lo cual puso en práctica crematorios portátiles ante el colapso de los cementerios.

El Ministerio de Salud, emitió como último dato, la cifra total de fallecidos por la enfermedad se elevó a 2 808 desde el inicio de la pandemia. En tanto, los positivos confirmados en la última jornada alcanzan los 1207, siendo 73 534 el acumulado de contagios, con 22 506 pacientes recuperados.

En ese marco, la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (Felcc) de Bolivia levantó de la calle 53 cadáveres, muchos afectados por covid-19, según reveló el director nacional de ese organismo, Iván Rojas.

De acuerdo al funcionario, unos 20 cuerpos fueron recogidos en La Paz, Capital y distrito más afectado del país; 18 en Cochabamba, tres en Santa Cruz, dos en Chuquisaca, uno en Tarija y nueve en Potosí.

Esta semana, la presidenta golpista de Bolivia, Jeanine Añez, anunció que ya se recuperó de la Covid 19, luego de haber permanecido en aislamiento en la residencia oficial en La Paz, por lo que retomó su actividad pública.

En varias ciudades del país circula una camioneta con remolque, con el letrero: "HORNO CREMATORIO PORTÁTIL–Hecho en Bolivia". Se trata probablemente de la iniciativa privada más novedosa para enfrentar algunos de los problemas que la pandemia de COVID-19 provoca en este empobrecido país, donde hay cada vez más sospechas de que los infectados y muertos no registrados son tantos o más que los reportados oficialmente.

"Éste es un emprendimiento de varios empresarios privados, cuatro ingenieros que hemos puesto todo el empeño en buscar una solución para la falta de capacidad de los cementerios, donde hay dolor y conflictos por la falta de espacios en los lugares asignados a las víctimas de la pandemia", dijo uno de los responsables del proyecto, Carlos Ayo.

Mostrando la cámara principal del aparato, de la que salía un fuerte calor producto del fuego encendido a modo de muestra, Ayo dijo que su empresa no pretendía brindar servicios de cremación sino proveer los aparatos a gobiernos municipales y empresas funerarias cuya capacidad ha sido rebasada por la crisis.

"Hay muchos cadáveres cada día en las calles, hospitales y funerarias no se dan abasto. La gente nos pide directamente el servicio de cremación pero eso no lo hacemos, nosotros solo fabricamos los hornos y los ofrecemos a cementerios y funerarias que pueden llevarlos a cualquier parte", indicó el empresario.

Explicó que el horno transportable puede incinerar un cadáver en aproximadamente 50 minutos, consumiendo para ello dos garrafas de gas licuado de petróleo (cada una con capacidad de 10 kilogramos), lo que significa un costo energético de 45 bolivianos (6,50 dólares) por cremación.

Según reportes de la Policía y la oficina forense de la Fiscalía, en los últimos cinco meses han sido recogidos de calles y domicilios los cadáveres de unas 4 000 personas que al menos en un 85% de los casos eran positivas o presentaban fuertes síntomas de COVID-19.

La mayor parte de esos decesos no estaba consignada en los reportes oficiales y los servicios sanitarios no hicieron post-mortem de los sospechosos, dijo la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen, que hizo los levantamientos legales de los restos.
Fuente: Sputnik y Rusia Today