Los manifestantes, congregados este domingo frente a los edificios gubernamentales en Jartum, la capital de Sudán, mientras coreaban consignas contra la entidad sionista, han prendido fuego a banderas israelíes, para reiterar su rechazo al establecimiento de relaciones con el régimen de Israel.
“La normalización es una traición” y “la normalización es un crimen”, se leía en las pancartas de la protesta, en la que también los sudaneses han gritado “muerte a los Acuerdos Abraham”, en alusión a los tratados mediados por Estados Unidos para normalizar las relaciones con el régimen de Tel Aviv.
El 6 de enero, Sudán se convirtió en el tercer país árabe en firmar el llamado “Acuerdo Abraham” después de que Baréin y los Emiratos Árabes Unidos (EAU) lo rubricaran en la Casa Blanca en septiembre, uniéndose así a Egipto y Jordania, que establecieron nexos con el régimen israelí en 1979 y 1994, respectivamente.
En 1967, tras la Guerra de los Seis Días y la ocupación israelí de Cisjordania, la Franja de Gaza, los altos del Golán y la península del Sinaí, Sudán organizó una histórica conferencia de Estados árabes en la que los ocho participantes aprobaron la llamada política de los Tres Nos: no a la paz con Israel, no al reconocimiento de Israel, no a las negociaciones con Israel.
Sin embargo, el pasado 23 de octubre, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció la firma de un acuerdo entre el régimen de Israel y Sudán para normalizar sus relaciones y, en contrapartida, firmó una orden ejecutiva para sacar a Jartum de la lista de países patrocinadores del terrorismo.
Washington dio un plazo de 24 horas al Gobierno de transición en Sudán —el cual sucede al ejecutivo del depuesto presidente Omar Hasan al-Bashir— para que decida sobre la normalización de lazos con Israel.
Los partidos sudaneses afirman que el Gobierno de transición de Sudán carece de autoridad legal para llegar a un acuerdo que debe ser aprobado por el Parlamento, todavía no formado, del país africano.