por María Josefina Arce
A lo largo de su vida el líder histórico de la revolución cubana, Fidel Castro, nunca ha dejado indiferente a nadie. Amigos e incluso enemigos han reconocido la brillantez de su pensamiento y su profunda y clarividente visión política.
Sin duda ha despertado disimiles sentimientos, pero su pasión para defender sus ideas y la rapidez de sus demoledoras respuestas han despertado la admiración de muchos en el mundo. No obstante ha sido su capacidad y entrega para llevar a Cuba al lugar que hoy ocupa en el mosaico de naciones latinoamericanas y caribeñas uno de los aspectos más respetados por todos.
El venidero día 13 de agosto Fidel Castro cumplirá 90 años y son variadas las actividades que se desarrollan en numerosas regiones del mundo para homenajear al estadista cuya trayectoria política, en opinión de muchos, ha permitido que todos los pueblos del mundo sean un poco más libres
Desde América Latina hasta Europa y África se rinde homenaje al hombre al que el ex presidente sudafricano Nelson Mandela calificó como su amigo.
En las últimas horas el primer mandatario de Siria, Bashar Al Assad, afirmó que Cuba siempre ha sido la punta de lanza del movimiento independentista en América Latina y Fidel Castro es símbolo en este contexto.
Es un hecho que la revolución liderada por Fidel ha sido ejemplo ante el mundo por su dignidad y capacidad de resistencia ante las constantes agresiones de que ha sido objeto a lo largo de más de medio siglo.
Es también motivo de admiración el espíritu humanista que le supo dar al proceso revolucionario. Fidel es como lo definiera el jefe de estado boliviano, Evo Morales, el hombre más solidario del mundo y recordó que una de sus enseñanzas es que debemos compartir lo poco que tenemos y no lo que nos sobra.
Ese espíritu altruista del líder revolucionario siempre ha estado presente en el proceso que se inició en el archipiélago a partir de enero de 1959. Cuba siempre ha brindado su mano amiga a todo pueblo que lo ha necesitado, pero no solo ante catástrofes naturales, pues hoy los profesionales cubanos de la salud ayudan a otras naciones a elevar sus índices sanitarios.
Su constante preocupación por elevar el nivel educacional y cultural de todos los cubanos también la trasladó a otros pueblos y alentó la ayuda solidaria de pedagogos cubanos a numerosas naciones para reducir el índice de analfabetismo.
Fidel Castro es sin dudas un hombre que rebasó las fronteras de su natal Cuba. Sus ideas y accionar son hoy un referente en todo el mundo y como expresara el poeta español Rafael Alberti es la esperanzada luz de un futuro más solidario y más justo.