por Guillermo Alvarado

El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, PNUD, ratificó en un informe que Bolivia encabeza a Latinoamérica y el Caribe en el crecimiento de su economía, y también se destaca en la reducción de la pobreza a nivel nacional.

La investigación titulada “Progreso multidimensional: bienestar más allá del ingreso”, precisa que en la nación andina el indicador de población en condición de pobreza disminuyó del 51% al 27,2, lo cual supone que dos millones cien mil personas consiguieron escapar a ese flagelo.

El PNUD reconoció además que en los últimos tres años el Producto Interno Bruto boliviano creció en promedio cinco por ciento y que para 2016 la tasa de incremento será de 4,6 a 4,8 puntos, la más elevada del área.

El documento compara la situación regional en dos etapas distintas de la vida política y socio económica, una entre 1993 y 2002, cuando existían administraciones que aplicaron a ultranza las doctrinas neoliberales; y el período de 2002 a 2013, cuando ya estaban en el poder gobiernos progresistas.

En estos últimos años en toda América Latina y El Caribe salieron de la pobreza un total de 72 millones de habitantes y otros 94 millones ingresaron en la denominada capa media de la población, lo que indica a las claras los beneficios que para las familias trajeron los cambios estructurales conseguidos en esta época.

La publicación es muy oportuna, pues aparece justamente cuando la derecha más reaccionaria, aliada a los poderes económicos estadounidenses y su clase política, buscan detener las transformaciones progresistas y retornar a la época neoliberal, como ya se intenta en Argentina y se pretende hacer en Brasil.

En el caso concreto de Bolivia, medios de prensa afines a la oposición al gobierno del presidente Evo Morales pretenden difundir una realidad distorsionada y hacer creer, dentro y fuera del país, que el proyecto económico es un fracaso.

Investigaciones como la del PNUD, y la realidad misma, señalan en dirección contraria y ponen de relieve los beneficios del programa ejecutado por el Movimiento al Socialismo, que partió de la nacionalización de los recursos naturales como fuente principal de ingresos para que el Estado pueda trabajar en beneficio de la población.

El presidente Morales aseguró recientemente que a pesar del desplome de los precios internacionales de los energéticos y otras materias primas, así como de la intensa sequía que afecta la región oriental de ese país, la economía mantendrá su ritmo pujante gracias a la fortaleza del mercado interno.

De acuerdo con el jefe de Estado, si hubiera crisis económica no existiría crecimiento del PIB y el país no estaría a la cabeza regional.

Bolivia adelanta importantes proyectos, entre ellos el de convertirse en un plazo medio en el corazón energético de Sudamérica, un éxito que antes de 2006, con los gobiernos conservadores y neoliberales, habría sido impensable.