por Roberto Morejón
La participación de las mujeres cubanas en las decisivas faenas agrícolas aumentó en varias provincias en los últimos años, pero es posible sumar más voluntarias atendiendo a su probada eficacia y capacidad organizativa.
En provincias eminentemente agrícolas, como la oriental Granma, destaca el abnegado y eficiente quehacer productivo de las mujeres, así como en cargos con poder de decisión en las juntas rectoras de las cooperativas.
En ese y otros territorios ellas trabajan tanto en las referidas unidades agrarias como en las empresas estatales desde los variados cultivos hasta la cría de ovino-caprinos y otros ejemplares del denominado ganado menor.
La presencia de las féminas en las faenas apuntadas aumentó en los últimos 8 años con la entrada en vigor de un decreto ley para la entrega de tierras baldías bajo la modalidad de usufructo.
De forma paralela también fue más visible la incorporación de la fuerza laboral de ese sexo en la agricultura urbana y suburbana, particularmente en la atención de vegetales y condimentos frescos, y al frente de las granjas, organopónicos y huertos intensivos.
Sin dudas, es determinante a nivel mundial la contribución de las mujeres, incluidas las indígenas, en la promoción del desarrollo agrícola, la mejora de la seguridad alimentaria y la erradicación de la pobreza.
En Cuba más de 66 000 mujeres se integraron a la ANAP, Asociación Nacional de Agricultores Privados, cifra con tendencia al incremento, gracias al apoyo de la Federación de Mujeres Cubanas, organización que cumple su aniversario 56.
Ahora bien, la producción de alimentos es columna vital de la economía cubana para sustituir importaciones onerosas desde el punto de vista financiero.
Por esa razón es necesario persuadir, argumentar y convencer para lograr nuevas adhesiones de compañeras a las tareas agrícolas, a las que les pueden impregnar su espíritu emprendedor y creativo.
Cuba se distingue porque el 65% de su fuerza técnica es femenina y de esa procedencia es el 38 por ciento de los escalones de dirección del país.
Por lo tanto, también es posible mayor presencia de ellas en otras esferas como los campos o en su retaguardia, ya sea como ejecutoras directas o en la actividad científico-técnica de apoyo a la agricultura.
Como una ventaja para ellas consta que tanto en la producción de alimentos como en cualquier otra ocupación las cubanas disfrutan de igualdad de derechos en todos los sentidos.
Como parte de su emancipación, ejercen el derecho a decidir su vida y destino y, en consecuencia, pueden sumarse a una labor tan estratégica para el país como la generación de alimentos con vistas a reducir las importaciones.
Con los favoritos a la presidencia Hillary Clinton y Donald Trump con altos niveles de desaprobación, un nuevo candidato, el cantante Alice Cooper, ve la oportunidad de llegar a la Casa Blanca.