por Nicanor León Cotayo
Ahora calificó de “inquietante y perturbadora” la reciente visita a Cuba del presidente de Irán, Hasan Rohani.Fue uno de los mandatarios que participaron en la Décimo Séptima Reunión Cumbre de los Países No Alineados en la isla venezolana de Margarita.
Durante ese importante suceso diversos jefes de Estado y otros altos funcionarios elogiaron su desempeño al frente de la organización que ahora preside Caracas.
Órganos de prensa y observadores admitieron el triunfo de esta nueva Cumbre de la comunidad que agrupa a 120 naciones del mundo.
Terminado el encuentro, Rohani se trasladó a Cuba para efectuar una visita oficial.
Fue entonces cuando el ultraderechista senador floridano desde Miami intentó rodear con un velo de misterio el encuentro de La Habana.
Sin aportar ni un solo elemento concreto llegó a insinuar que la visita tenía rasgos subversivos.
Luego, desbordando su incultura, aseguró con tono irónico que Rohani no fue allí a “disfrutar de playas, beber mojitos, o tomar clases de salsa”.
Más tarde un cable de EFE notificó este martes lo siguiente:
“Marco Rubio definió como una "mezcla peligrosamente tóxica" el eje Irán-Cuba-Venezuela, y aseveró que hay motivos para preocuparse por la visita del presidente iraní a La Habana.
Un comunicado del senador floridano expuso que su traslado a Cuba, desde donde partió hacia Nueva York, más la estancia previa en Venezuela, fue para "conspirar contra Estados Unidos y perjudicar sus intereses en el hemisferio occidental".
EFE recordó que Rubio aspira a conservar su escaño por la Florida en las elecciones del próximo ocho de noviembre.
El legislador de origen cubano también repitió su queja porque los nuevos vuelos comerciales estadounidenses a La Habana no lleven a bordo “alguaciles aéreos".
Por último, Marco Rubio se preguntó cómo el presidente venezolano, Nicolás Maduro había sacado tiempo para atender a Rohani cuando Venezuela “se desintegra”.
Una vez más el senador floridano confundió sus deseos con la realidad, horas después que los representantes de 120 países del mundo brindaron su aval a Caracas.
Otra de sus falsedades, como cuando para garantizar su imagen electoral en Miami regó la versión de que sus padres huyeron de Cuba perseguidos por la “dictadura castrista”.
Lamentablemente para él, The Washington Post descubrió que esa historieta era falsa, pues en realidad ambos salieron de La Habana tres años antes del triunfo de la Revolución.
Ahora, de cara a su nuevo interés por afincarse en la Cámara alta, se erige en feroz enemigo de los No Alineados, sobre todo de Cuba, Venezuela e Irán.
He ahí, a la vista pública, el senador republicano Marco Rubio y su devoción a mentir.
(CubaSí)