por María Josefina Arce

Un tema tan sensible como la pobreza, que afecta a 800 millones de personas en el mundo, estuvo en el centro de los debates al más alto nivel de la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas. Entre las muchas intervenciones estuvo la de Bolivia, una nación que a partir de 2006 se trazó como meta eliminar ese flagelo que afecta a la humanidad.

En sus palabras el presidente boliviano, Evo Morales, condenó el sistema capitalista como la causa de muchos de los problemas del mundo, al concentrar en manos de unos pocos la riqueza mundial.

Desde su llegada a la presidencia Morales ha puesto en marcha una serie de iniciativas encaminadas a reducir el número de pobres en Bolivia, que siempre registró los peores desempeños económicos regionales, en medio de sus agudas crisis políticas y sociales.

Estas reformas encaminadas a desmontar el modelo neoliberal y elevar el bienestar de todos, han llevado a que la nación haya logrado un crecimiento promedio del 5.1% entre los años 2006 y 2014, convirtiéndose en una de las economías más pujantes del continente.

La nacionalización de los recursos naturales como el petróleo y el gas y la inversión de sus ganancias en programas sociales han posibilitado sin dudas, este avance económico y que la pobreza extrema en el país disminuyera de 38,2% en 2005 a 18,8% en 2013.

Un esfuerzo que ha tenido el concurso además del estado de los municipios y las gobernaciones de todo el país andino.

Organismos internacionales como la FAO, Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, han destacado el trabajo desplegado por el gobierno que preside Morales.

El pasado año Bolivia fue reconocida en un acto en Roma, sede la FAO, por haber cumplido con el Objetivo de Desarrollo del Milenio de reducir el hambre y la pobreza

Los logros no han detenido la labor del gabinete y en aras de avanzar en su meta de erradicar este flagelo, el presidente boliviano promulgó el proyecto del Plan de Desarrollo Económico y Social, que busca bajar la pobreza extrema a un 9,5%.

Mediante este plan se prevé impulsar una inversión estatal de 50.000 millones de dólares hasta el 2020.

El país suramericano ha registrado importantes avances en los últimos 10 años, así lo demuestran las cifras. Pero el gobierno del presidente Evo Morales no se siente satisfecho y trabaja por eliminar a cero la pobreza para el 2025, año en que se cumplen 200 años de la independencia de la nación.

La estrategia socioeconómica desarrollada por Morales hace prever que Bolivia está en condiciones de cumplir con ese objetivo y lograr la total igualdad social, luego de décadas de inestabilidad.