por Roberto Morejón
El municipio de Baracoa, en especial la ciudad del mismo nombre, en la oriental provincia cubana de Guantánamo, fue el más afectado por el huracán Matthew, como se aprecia en el fondo habitacional, el sistema eléctrico y en los sembrados.
Si bien los perjuicios a los inmuebles particulares son los más notables, los expertos también hicieron el recuento de las huellas de los fuertes vientos y lluvias en cultivos de coco, cacao y bosques.
El fenómeno meteorológico embistió al municipio exactamente dos meses después de que la Ciudad Primada de Cuba cumpliera 505 años de fundada y fuera engalanada para relucir en su combinación de antigüedad y paisajes hermosos.
El municipio de Baracoa es un lugar pintoresco que abarca 921kilómetros cuadrados en los que viven unas 82 000 personas, la mayoría en la región urbana.
La ciudad cabecera es un sagrado patrimonio cubano por su condición de Monumento Nacional y se distingue por el malecón que en tiempos de calma amortigua el impacto del oleaje procedente de Las Bahamas.
Junto a los trabajos para conservar la primera villa fundada por los colonizadores españoles en Cuba, las autoridades fomentaron en los campos del municipio los árboles maderables, cacao y coco.
Los cultivadores de coco de Baracoa son los máximos productores de Cuba, tuvieron una aceptable cosecha este año y se proponían obtener buenos resultados en la llamada zafra chica, en los meses finales de año.
Unido al programa destinado a la recuperación de las plantaciones de coco, los labriegos del municipio de Baracoa impulsaban el cacao.
En los últimos meses las autoridades entregaron superficies a labrar a decenas de nuevos granjeros bajo la modalidad de usufructo, inspirados por el clima benévolo de la zona, con altos niveles de precipitación, temperatura fresca y riqueza de los suelos.
Matthew frenó abruptamente la estrategia agrícola y los daños son significativos.
Una pérdida superior a los 35 millones de pesos enfrenta la
agricultura baracoense, pues se destruyó el 90 por ciento de las más de seis mil hectáreas plantadas y las 3 365 de cacao fueron seriamente afectadas, con la caída total de los árboles de sombrío.
La Asociación Nacional de Agricultores Privados dirige la ofensiva hacia la recuperación, atenderá a los campesinos según las necesidades reales y contará con el Ministerio de Agricultura para el rescate.
Por ahora las prioridades en el municipio radican en la limpieza de viales y caminos, levantar postes y tendidos eléctricos, asegurar el abasto de agua y alimentos y atender a 15 mil evacuados de los 35 mil iniciales.
La corriente eléctrica comenzó a restablecerse en el hospital, las primeras calles y unidades de elaboración de alimentos, pero el servicio se completará en la Ciudad Primada al cabo de 10 días y en el campo en un mes.
Para lograrlo, Baracoa es un hervidero de nativos y colaboradores de otras provincias sumidos en la ardua faena de borrar la devastación.