por Roberto Morejón
El próximo reinicio de la producción de cosechadoras de caña en Cuba ayudará a rebajar los costos y contribuirá al aseguramiento de un equipo vital, cuando el país busca incrementar de forma sostenida las entregas de azúcar y de derivados.
Gracias a los fructíferos acuerdos entre Cuba y China, en la Empresa 60 Aniversario de la Revolución de Octubre, en la oriental provincia de Holguín, reiniciarán la manufactura de combinadas cañeras, como las llaman los técnicos y campesinos.
La planta sideromecánica holguinera alistó en varias ocasiones lotes de cosechadoras mecánicas, pero debió paralizar los procesos por dificultades con el financiamiento, suministro de piezas y otros factores.
De manera que en los sembrados de la gramínea comenzaron a verse cosechadoras brasileñas altamente valoradas por los agricultores y tripulantes de los equipos.
Sin embargo, el grupo AZCUBA, a cargo de la industria azucarera, no renunció al reinicio aquí del ensamblaje o confección de las combinadas, ahora posible con la decisiva participación del Estado.
Pronto tomará forma el equipo número 13 del prototipo denominado CCA-5000, probado inicialmente en China según los requerimientos de ingenieros cubanos.
De la cifra apuntada, cinco importadas directamente del gigante asiático probaron su eficacia en plantaciones locales y otras siete llegarán pronto, para integrar una dotación en crecimiento con las entregas de Holguín.
Los funcionarios, técnicos y obreros de la planta sideromecánica holguinera aseguran que con el entrenamiento recibido de China podránalistar 40 artilugios mecánicos anualmente, como requiere el grupo AZCUBA, si cuentan con la llegada de piezas.
Gracias al entrenamiento del personal cubano, la empresa de Holguín se responsabilizará con cerca de 80% del equipo mientras el motor y la cabina provendrán de China.
Es cuestión de tiempo que la Empresa 60 Aniversario de la Revolución de Octubre inicie una nueva y crucial etapa con la fabricación de modernas cosechadoras de caña.
A la par continuará entregando otros implementos demandados por AZCUBA, la industria del tabaco y la agricultura en general.
Precisamente, la rama azucarera cubana ultima los preparativos de la zafra 2016-2017 después de una complicada recolección precedente, con pérdidas cercanas a las 360 000 toneladas.
Los aportes del dulce solo alcanzaron 80 por ciento del plan a causa de la severidad de la sequía, lluvias a destiempo, alto tiempo perdido en 12 ingenios o fábricas, arrancada tardía de otras, y deficiencias en el estimado de la cosecha en unidades de base.
Cuba se propone retomar el modesto crecimiento de la producción azucarera hilvanado con antelación al resultado más reciente.