Las cenizas de Fidel Castro Ruz, Líder Histórico de la Revolución, descansarán la noche de este viernes en el Parque Museo Antonio (Ñico) López, en esta ciudad Monumento Nacional, antes de seguir su camino hacia Santiago de Cuba.
En ese lugar estuvo el cuartel Carlos Manuel de Céspedes, atacado el 26 de julio de 1953 por jóvenes revolucionarios, cuando también fue asaltado el Moncada, todo organizado por Fidel.
En el museo bayamés, denominado Monumento Nacional el 10 de febrero del 2004, son expuestos objetos relacionados con aquella acción armada y con la vida de los protagonistas, incluido Ñico López, a quien se dedica un espacio de forma especial.
Los visitantes pueden observar un fusil Remington calibre 22, utilizado por uno de los atacantes, fotos del cuartel en sus diferentes etapas, imágenes de los mártires y sobrevivientes, la cámara con la cual fueron fotografiados los cadáveres de los jóvenes asesinados después de la acción y otros materiales históricos.
La institución abarca otra construcción, denominada Sala de Los Asaltantes, en el antiguo hospedaje Gran Casino, visitado por el Comandante en Jefe la noche del 25 del julio de 1953 para realizar precisiones acerca de las acciones del día siguiente y sincronizar su reloj con el de Raúl Martínez Arará, jefe de la acción en Bayamo, pues los dos sucesos armados debían ser simultáneos.
El museo, inaugurado en 1978, tiene 25 trabajadores y es visitado cada año por unas 26 mil personas, sobre todo niños y jóvenes, quienes aprenden más de la historia nacional.
Yordania Vega Miranda, especialista de la instalación, refirió que el ataque de 1956 ocurrió exactamente a la 5:15 de la madrugada, como estaba planificado, pero al saltar la cerca trasera los jóvenes revolucionarios cayeron sobre un basurero, lo cual provocó ruido, y rápido comenzó el tiroteo.
Añade que al no lograrse el factor sorpresa se perdió la posibilidad de la victoria, aunque no hubo ningún muerto en la acción.
Según expresa, diez de los 21 protagonistas fueron apresados y asesinados, y los demás siguieron vivos gracias a la ayuda de las familias bayamesas que los escondieron en sus casas y, luego, favorecieron su salida de la ciudad.
El cortejo fúnebre con las cenizas de Fidel, fallecido a las 10:29 de la noche del día 25 de este mes, recorrerá un total de 69 kilómetros en Granma y pasará por los municipios de Cauto Cristo, Bayamo y Jiguaní, antes de seguir para la ciudad de Santiago de Cuba.
Para la noche del próximo viernes está planificada una vigilia en homenaje al Comandante, en la Plaza de la Patria de esta ciudad, donde pronunció su último discurso público relacionado con las celebraciones por el 26 de julio, en el año 2006.