por María Josefina Arce
Bolivia es una de las naciones de América Latina que mantiene una estabilidad económica, reconocida a nivel internacional. Este año el Producto Interno Bruto de la nación andina crecerá más de4%, a pesar de la difícil situación internacional y de adversas condiciones internas.
La realidad es que cuando Evo Morales llegó a la presidencia en 2006, Bolivia era el último país de Suramérica y el penúltimo de América Latina, y ya en el 2015 concluyó con un crecimiento económico que lo sitúo entre las primeras naciones de la región.
Muchos son los factores que intervienen en este sostenido crecimiento económico, impulsado por los sectores de minería, hidrocarburos, construcción, finanzas, manufacturero y agropecuario.
De hecho la primera medida adoptada por Morales al asumir la presidencia ha tenido un efecto positivo para el país y sobre todo para las población.
Morales nacionalizó los hidrocarburos y las ganancias que antes iban a las transnacionales, ahora se quedan en territorio boliviano y han posibilitado la implementación de programas sociales a favor de los sectores más humildes.
Esta redistribución de la riqueza, además de constituir una justicia social ha hecho que crezca la demanda de productos en el mercado interno, al tener en la actualidad los bolivianos mayor poder adquisitivo.
Esto ha sido posible, señalan los expertos, a las políticas activas de empleo y los programas sociales para niños, adultos de la tercera edad y mujeres embarazadas.
Bolivia es campeón planetario en mejorar los ingresos para el 40% de la población más pobre, de acuerdo con el Banco Mundial, citado por el sitio web Cubadebate.
Estas ganancias también han permitido que el gobierno de Morales incremente la inversión pública. Es así que de 879 millones de dólares en 2006 se pasó a más de 6 000 millones de dólares en el presente año.
Precisamente los fondos destinados a proyectos de riego y agua potable han hecho que los daños a la economía no sean mayores dada la fuerte sequía que en la actualidad afecta a regiones productoras de alimentos.
El gobierno prevé acometer nuevos proyectos para garantizar no solo el preciado líquido a la población, sino para continuar incentivando la rama agropecuaria, tanto para el consumo interno como para la exportación, una actividad que también ha ganado.
De hecho en los 10 años de mandato de Morales aumentó Bolivia sus ingresos por exportaciones de 2,000 a 10,000 millones de dólares y, significativamente, el monto de las reservas nacionales es en la actualidad de 14,000 millones de dólares, equivalente a casi el 60% del Producto Interno Bruto.
Sin embargo, hay que destacar que la nación andina aplica un "modelo social comunitario productivo" que no basa su crecimiento en las exportaciones, sino en el aprovechamiento de los recursos naturales que están bajo el control del Estado y en la distribución de los ingresos generados, por ejemplo, con el pago de bonos para sectores sociales.
Al referirse al estado de la economía boliviana, el ministro de Planificación del Desarrollo, René Orellana afirmó que un factor clave del crecimiento del país es la estabilidad política y el liderazgo del presidente Morales.
"La estabilidad política está garantizada por una conducción fuerte de la economía, un liderazgo consistente con visión y un presidente que ha sido capaz de conducir la economía con gran rigor", concluyó el titular boliviano.