por María Josefina Arce
Agitado ha comenzado el 2017 para Argentina, que en el pasado año fue estremecida por constantes manifestaciones en contra de la política neoliberal del presidente Mauricio Macri que ha dejado sin trabajo a numerosos empleados y provocado incertidumbre en muchas familias argentinas.
Los trabajadores del sector educacional se mantienen desde el pasado año en protesta por el despido de 400 empleados de diversas dependencias del ministerio, mientras peligra el puesto de otros 2 600.
Hasta ahora el ejecutivo no ha dado respuesta a los reclamos del sector por los despidos, e incluso un encuentro que debía efectuarse entre ambas partes no se concretó. De hecho el ministro de Educación, Esteban Bullrich, no estaba presente por encontrarse de vacaciones
Las medidas adoptadas por Macri en su primer año de mandato conllevaron al incremento desmedido de la tasa de desempleo, producto de los despidos masivos y arbitrarios. De acuerdo con las cifras, la gestión de su gobierno registró desde diciembre de 2015 casi 100 despidos diarios.
Se estima que en la actualidad ya sobrepasa 300 mil el número de argentinos que han perdido su puesto de trabajo.
De hecho a mediados de 2016 el presidente vetó la Ley Antidespidos, que permitía declarar la emergencia ocupacional por seis meses, en los cuales un trabajador despedido sin causa, podía solicitar su reincorporación inmediata o percibir doble indemnización.
Sin esta legislación, los empresarios tienen vía libre para despedir a sus empleados, lo que ha venido a empeorar la situación de la masa trabajadora, constantemente amenazada.
Ya son muchos los que están en la calle, con el consabido deterioro de su poder adquisitivo y la incertidumbre de qué pasará en el futuro con su familia. De acuerdo con la Iglesia católica, citada por el diario El telégrafo, en los primeros meses de mandato de Macri un millón 400 MIL argentinos pasaron a la situación de pobreza,
Asimismo, se conoció que la brecha entre personas ricas y pobres en Argentina se hizo más amplia al aumentar 2,4 veces del segundo al tercer trimestre del último año.
En el 2016 se hicieron cotidianas las protestas frente a la Casa Rosada ante los ajustes del gobierno que se sintieron con fuerza sobre todo entre la clase trabajadora.
Aumentos considerables de las tarifas de gas, luz y agua vivieron los argentinos en los últimos doce meses, lo que los llevó a la calle y a mantener en jaque al actual ejecutivo, que ha probado en ya demasiadas ocasiones que gobierna a favor de los ricos.
El 2017 se inició con manifestaciones que seguramente continuarán de mantenerse el programa neoliberal de Mauricio Macri, y que preocupa a los expertos quienes estiman que de mantenerse la tendencia actual, el futuro de Argentina está comprometido.