Por: Roberto Morejón

La siembra de posturas de tabaco correspondiente a la etapa 2016-2017 está a punto de concluir de forma positiva en Cuba para alentar las esperanzas de aumentar la producción del humeante producto, a solicitud de los clientes.

Reportes de varias provincias precisan que los campesinos privados, como fuerza fundamental, se acercan a las metas de siembra previstas.

El hecho de que la provincia de Pinar del Río figure en la lista es llamativo por ser la principal plaza para la siembra de las hojas destinadas al tapado de los famosos habanos, gracias a la composición de sus suelos y experiencia de los granjeros.

Por segundo año consecutivo, la citada región eminentemente tabacalera aumentó las tierras destinadas a ese propósito, luego de varios años de estancamiento, aunque siempre garantizó las hojas para la envoltura de los habanos.

Tanto es el significado de Pinar del Río para la industria que de allí se espera el despegue de un programa para la labranza del tabaco tipo Virginia.

Esa será la materia prima fundamental de la fábrica de cigarrillos que se levanta en la Zona Especial de Desarrollo de Mariel, a cargo de BRASCUBA, empresa mixta conformada en 1995 por la brasileña Souza Cruz y la cubana Tabacuba.

Refieren los labriegos cubanos su satisfacción por contar este año con variables meteorológicas más favorables por la creciente humedad y el buen aseguramiento de insumos para la plantación de la solanácea.

Se menciona en especial el avituallamiento de productos fitosanitarios y fertilizantes, además de la maquinaria agrícola y de partes y piezas para su reparación.

La noticia de que las fuerzas involucradas en la siembra de tabaco en varias provincias cubanas tuvieron adelantos es importante con vistas a la cosecha futura, porque se aprovecha la etapa óptima para el cultivo, con menos amenazas de plagas y enfermedades.

Los experimentados labriegos también reconocen la disponibilidad de nuevos tipos de tecnologías para el riego así como el cuidado de posturas en túneles para el cultivo de tabaco tapado.

La marcha satisfactoria de los sembrados de tabaco sostiene los esfuerzos de Cuba para satisfacer el más exigente gusto de los aficionados.

Entre ellos comienzan a destacarse los estadounidenses, tradicionalmente privados de acceder al tabaco cubano a causa del bloqueo de su país al archipiélago caribeño.

Los fumadores de ese origen intentan aprovechar el restablecimiento de relaciones diplomáticas entre Washington y La Habana para hacer compras, si bien persisten restricciones de su gobierno.

Para todos los mercados, la industria cubana del tabaco asegura sus entregas y comercializa habanos y cigarrillos con la calidad habitual, a partir de las mejores mezclas de hojas.