Por María Josefina Arce.
Durante décadas Cuba ha mantenido una fructífera cooperación con las diversas agencias de la ONU, que se ha traducido en proyectos en beneficio para el pueblo del archipiélago.
Como parte de la estrategia del gobierno de avanzar en el incremento de la producción de alimentos y sustituir importaciones, la Mayor de las Antillas suscribió con el FIDA, Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola, un acuerdo con el fin de promover el crecimiento sostenible del sector ganadero en la región centro-oriental cubana.
El FIDA, consideran sus directivos, puede desempeñar un papel importante en el apoyo a la transformación del sector agropecuario cubano mediante la prestación de asistencia a los pequeños agricultores.
Asimismo valoran altamente la importancia concedida por el gobierno cubano a las inversiones en esta esfera y los esfuerzos del país por el desarrollo de una agricultura sostenible, además del personal técnico y profesional con que dispone para ello.
Elevar la producción de leche y carne es uno de los objetivos de este proyecto, que tiene un costo total de 50 millones de dólares, de los cuales cerca de doce millones serán aportados por la agencia de la ONU en forma de préstamo
El convenio busca crear empleos para las familias cubanas que forman parte de cooperativas ganaderas, con especial énfasis en el empoderamiento de las mujeres y de los jóvenes.
Unas 11 500 familias rurales, integradas en 105 cooperativas de cuatro municipios de la provincia de Camaguey, se verán beneficiadas con esta iniciativa que redundará en un mejoramiento de su calidad de vida.
Este nuevo proyecto, junto a otros en marcha reflejan la voluntad política del gobierno para ampliar el desarrollo rural y mejorar la seguridad alimentaria de todos los cubanos.
Desde 1980, el FIDA ha financiado tres proyectos de desarrollo rural en Cuba, con un costo total de 117 millones de dólares, comprendida una inversión directa de esa agencia por valor de 37 millones de dólares.
Amplia es la cooperación entre Cuba y las distintas agencias del organismo internacional que involucran también entre otras, a la FAO, Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, y el PMA, Programa Mundial de Alimentos.
La FAO ha apoyado al gobierno cubano en la recuperación de la agricultura y la pesca en situaciones de emergencia causadas por el paso de huracanes y otros eventos climáticos. El ejemplo más reciente es la ayuda brindada tras el azote del huracán Matthew en octubre pasado por el oriente cubano.
Con el PMA desde 2015 se puso en marcha un programa para promover la seguridad alimentaria y nutricional de grupos vulnerables en el país, que apoya a las redes de protección social.
De fructífera para Cuba y las agencias de la ONU puede calificarse la colaboración bilateral, pues como receptora la nación caribeña ha recibido ayuda para la ejecución de diversos proyectos, al tiempo que esas entidades valoran altamente la contribución de especialistas cubanos a iniciativas en otras naciones.