Por: Nicanor León Cotayo
Una periodista del Nuevo Herald, Maribel Hastings, opinó este jueves que el muro ideado por Trump en la frontera con Méjico abre una época de sobresaltos.
“Llegó arrasando”, escribió Hastings, a nadie sorprende su intención de materializar eso de que lo prometido es deuda.
Aunque, subraya la articulista, se trata de promesas que solo le parecen razonables al sector más acaudalado y primitivo de sus votantes.
Y esto, a pesar de que, según el resultado de sondeos la mayor parte de los consultados no cree en la efectividad del muro.
También se oponen a las deportaciones masivas, y favorecen otorgar la ciudadanía a millones de indocumentados establecidos en el país.
Maribel Hastings aclara: pero eso a Trump no le interesa, únicamente sigue gobernando para el sector que lo impuso, hoy tan bien representado en su equipo de trabajo.
Y todo esto, añade Hasting, daría risa si sus consecuencias no fueran tan trágicas a tantos niveles.
Con el muro, por ejemplo, se ha determinado que es imposible levantarlo en toda la frontera, que cuesta miles de millones de dólares y que finalmente no soluciona el problema de fondo.
Tampoco hay recursos asignados para estos fines en momentos en que se habla de recortar fondos de programas tan vitales como el Seguro Social y el Medicare.
Y ahora resulta que los contribuyentes pagaremos por el mentado muro y, en algún momento, según Trump, México “nos reembolsará”.
La prensa local recuerda que su plan incluye el montaje de una fuerza para deportar que formarán más patrulleros fronterizos, y agentes del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE).
A ellos unirían policías locales mediante el controvertido programa Comunidades Seguras, que derivó en la detención y expulsión de personas condenadas por delitos menores, al estilo de una infracción del tránsito.
Un comentarista de la Associated France Press (AFP), Laurent Thomet, dijo este viernes que, al pelear con Méjico, Trump enfurece a un aliado estratégico.
Incluso, que podría llegar a responder con “una guerra comercial y una menor cooperación en la frontera para detener la inmigración ilegal”.
Según Thomet, el jefe de la Casa Blanca irritó a los mejicanos con su insistencia de que pagarán el costoso muro que propone levantar en la frontera.
Esa contrariedad, escribió el analista de AFP, ha conducido “a la mayor crisis diplomática en décadas entre estos dos vecinos”.
El historiador mejicano Enrique Krauze, en declaraciones a Televisa, caracterizó al conflicto como el más delicado que hemos tenido en 170 años, cuando tuvimos la pérdida de casi la mitad de nuestro territorio, “anexado a Estados Unidos”.
Pero un hecho se vislumbra con gradual nitidez, el temprano proceder de Trump está intrincado.