Por Nicanor León Cotayo
Golpeado por sus conocidas características, va acumulando roces que podrían llegar a conformar en Estados Unidos una situación explosiva.
Tal es el significado principal que arroja un análisis del conjunto de informaciones emanadas al respecto desde allá.
Según expertos, lo dicho corrobora que la administración Trump empieza un camino intrincado.
Ahora con su habitual lenguaje grotesco el mandatario acusó a los medios y la Justicia “de subestimar una amenaza terrorista”.
Integrantes del Tribunal de Apelaciones de San Francisco escucharon a voceros del estado de Washington, territorio donde una corte impidió prohibir la entrada a refugiados de siete países de mayoría musulmana.
Como es sabido, el citado veto migratorio de Trump recibió luz verde el 27 de enero último y generó confusión hasta entre quienes debían implementarlo.
También sembró el caos en los aeropuertos y desencadenó protestas mundiales.
Al inicio logró respaldo popular, pero ahora una leve mayoría de los estadounidenses la desaprueba.
Tras el respaldo popular en su arrancada, dos nuevas encuestas de opinión pública arrojaron como resultado que una apretada mayoría de los estadounidenses la avala.
Fue en medio de ese panorama que un legislador de Alabama propuso subir en un dos por ciento el impuesto a las remesas dirigidas a Méjico.
Según la Associated Press (AP), lo hizo el congresista republicano de ese ultraconservador territorio, Mike Rogers, quien aspira a recaudar 1 000 millones de dólares “al año” con su propuesta.
Esas remesas, que van desde Estados Unidos hasta la nación vecina, ascienden anualmente a unos 30.000 millones de dólares.
Líderes republicanos en el Capitolio de Washington han estimado en 15,000 millones de dólares el costo de la edificación del muro que tanto valora Trump.
La Associated Press recordó esta semana que Trump insiste en que sea Méjico el que asuma los gastos, aún cuando el presidente Enrique Peña Nieto ha dicho lo contrario.
Precisamente un periodista del Nuevo Herald que nació en Méjico, Jorge Ramos Avalos, agradeció este lunes a Estados Unidos, oportunidades que le concedió.
Sin embargo, al mismo tiempo escribió que, basado en la realidad actual, no espera igual suerte para miles de compatriotas.
¿Motivo de su conclusión? Lo escribe así.
Millones de mexicanos que llegaron después de mí a Estados Unidos podrían ser deportados.
En la misma orden ejecutiva en que Trump anuncia la construcción de su muro con Méjico hay un cambio radical en las prioridades para deportar.
Ahora podrán ser expulsados quienes hayan “cometido actos que constituyan una ofensa criminal” (aunque nunca sean declarados culpables).
Y también los que hayan realizado un “fraude...ante una agencia del gobierno”, es decir, cualquiera que haya usado una licencia de manejar falsa o inventado un número de seguro social.
“Traducción: prácticamente los 11 millones de indocumentados que hay en Estados Unidos son ahora una prioridad de deportación.”
El gran temor es que el siguiente paso sean redadas masivas en lugares de trabajo, casas y centros comerciales.
Así, el multimillonario presidente ha ido almacenando un peligroso sentimiento de rechazo… que un día podría derramarse.
(Tomado de Cubasí)