por Nicanor León Cotayo
Una vez más el nerviosismo rodea a muchos inmigrantes ilegales que se hallan en aquel país.
¿Motivo? La posibilidad de ser expulsados a cualquier hora, día y momento, como lo demuestra, entre otros, el caso centroamericano.
Un corresponsal de la Associated France Press (AFP), Oscar Batres, avaló este jueves su criterio con el testimonio de José Corpeño, quien habita en Intipucá, a 170 kilómetros de San Salvador.
Batres escribió, esa localidad simboliza la pujanza de los salvadoreños residentes en Estados Unidos.
Gracias a sus remesas, añadió, la transforman en una comunidad moderna, pero temen que Donald Trump “corte esa fuente de ingresos”.
En diálogo con la AFP, José Corpeño explicó que su hija también radica en Estados Unidos desde hace un año, pero “ahora vive una pesadilla”.
¿Motivo? “Nos sentimos preocupados, cerca de donde ella reside ha llegado la gente de Migración”, dice angustiado.
La joven, cuyo nombre Corpeño mantuvo en secreto, vive en el estado de Maryland y no posee papeles de estadía.
Se trata de la primera de sus nueve hijos, escribe AFP, que se trasladó al Norte “y aún está pagando los 10.000 dólares que le cobró un traficante de migrantes para guiarla en su viaje”.
Corpeño subrayó: “Está trabajando, pero con temor a que en un momento pueda ser encontrada y detenida”.
El cable de la AFP aclara: Ella envía dinero a su familia, que se dedica al cultivo de maíz para sobrevivir.
Por su lado, Corpeño sentenció: Nosotros somos pobres y esa remesita que envía nos ayuda.
El Salvador, Honduras y Guatemala representan una de las mayores fuentes de inmigrantes centroamericanos hacia Estados Unidos.
Un trayecto, dijo el corresponsal de AFP, Oscar Batres, “lleno de peligros”.
Esa agencia noticiosa recordó que en febrero último, durante una visita a Guatemala del secretario estadounidense de Seguridad Interior, John Kelly, negó que tendrían lugar deportaciones masivas de indocumentados.
Pero, ese mismo mes, el departamento a su cargo publicó dos circulares internas con lineamientos para reforzar la captura y deportación, “más rápida” de esos últimos.
El curioso estilo de su jefe, Donald Trump, cuando afirma y niega al mismo tiempo.
(CubaSí)