por María Josefina Arce
Hace casi cuatro años por iniciativa de la entonces presidenta brasileña, Dilma Rousseff, nació el programa Más médicos para dar respuesta a las necesidades sanitarias de la población. Desde un inicio los especialistas cubanos de la salud formaron parte de el, demostrando su alta profesionalidad, ética y humanismo.
Aunque tras el golpe parlamentario contra Rousseff y la llegada al gobierno de Michel Temer se difundieron rumores sobre la salida de Cuba del acuerdo, que también comprende a la Organización Panamericana de la Salud, las actuales autoridades han tenido que reconocer la calidad y abnegación de los profesionales cubanos.
El ministro de Salud Ricardo Barros admitió que los pacientes brasileños prefieren a los profesionales cubanos del programa Más Médicos antes que a los nacionales y lo atribuyó a su entrega al trabajo.
Los cubanos están el día entero a disposición de la población; trabajan de 8 de la mañana a 6 de la tarde, incluso sábado y domingo, y ese es el tratamiento diferenciado que hace que la aprobación de Más Médicos sea del 95%, explicó ante la Cámara Municipal de Curitiba.
Unos 11 400 galenos del archipiélago han participado en el proyecto, los cuales prestaron servicios en 3 356 municipios, con lo que se han beneficiado 40 millones de brasileños, en particular a las familias de menos ingresos.
Los cubanos laboran en zonas de alta vulnerabilidad social, ubicadas en la región nordeste, y en las periferias de las grandes ciudades.
De acuerdo con la Organización Panamericana de la Salud el 99% del contingente médico que atiende a los distritos indígenas y a la mayoría de los municipios con más del 20% de la población en extrema pobreza son de la Mayor de las Antillas.
Un estudio realizado el pasado año en casi 700 municipios del país por la Universidad Federal de Minas Gerais y por el Instituto de Pesquisas Sociales, Políticas y Económicas de Pernambuco, el 95% de los encuestados manifestaron estar satisfechos o muy satisfechos con la atención brindada por los médicos del programa, en su gran mayoría cubanos, aunque también hay profesionales brasileños.
No sorprende la acogida tan favorable que han tenido los trabajadores cubanos de la salud, pues en cada rincón del mundo en que han prestado su ayuda solidaria han marcado la diferencia por su atención personalizada y sus profundos conocimientos.
Siempre han estado dispuestos a socorrer a otros pueblos y en muchos casos han sido los primeros en acudir a zonas de desastres. No olvidemos que cuando el terremoto de Haití hace ya 7 años los médicos cubanos estaban en primera línea ayudando a los damnificados.
A lugares tan distantes geográficamente como Pakistán, Nepal y África han marchado los especialistas cubanos para ayudar a garantizar a los más pobres, a los desposeídos, un derecho humano fundamental, como es el derecho a la salud, a la vida.