Los trabajadores cubanos, agrupados en sus sindicatos, organizan un histórico Día Internacional, el primero de mayo venidero, con el esfuerzo central en reafirmar el apoyo al proyecto social y cumplir las tareas económicas.
El día del proletariado representa en Cuba un resorte movilizador de una clase trabajadora que constituye brazo estratégico del Partido Comunista y se empeña en consolidar la obra revolucionaria.
Como tal, la Central de Trabajadores de Cuba organiza y participa decisivamente tanto en los desfiles en plazas y calles como en el cumplimiento de las encomiendas productivas y de servicios.
La colectividad se propuso que sus millones de afiliados refrendaran el concepto de Revolución manifestado por el líder histórico Fidel Castro, fallecido en 2016, a quien se le rinde respeto.
En actos en fábricas, escuelas, centros científicos y comunidades los asistentes propusieron iniciativas con vistas a la participación masiva en los desfiles del primero de mayo.
Entre las principales actividades desarrolladas en las últimas semanas destacan trabajos voluntarios, labores de embellecimiento de los centros laborales y encuentros entre dirigentes sindicales y jóvenes.
Los trabajadores se pronunciaron por reafirmar el primero de mayo, de forma consciente y democrática, el respaldo a la Revolución.
En esa fecha se pondrá de relieve la decisión de continuar con el perfeccionamiento del modelo económico, un proceso que debe estar ligado al aumento de la eficiencia, el ahorro de recursos y el cumplimiento de los planes productivos y de servicios.
También deberá acelerarse el ritmo de las inversiones extranjeras para lograr niveles que le permitan al país crecer al ritmo deseado.
Concretar esas aspiraciones resulta insoslayable para cumplir con el plan de la economía de crecer en torno al 2 por ciento, después de que en 2016 el país se afectó por el suministro inestable de petróleo, cuya situación persiste.
Igualmente perduran el bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Estados Unidos y las limitaciones de divisas en las arcas públicas.
En esas circunstancias adversas, los sindicatos cubanos ratifican su apoyo a la implementación de los Lineamientos derivados del séptimo Congreso del Partido, una especie de brújula sobre el camino por recorrer.
De igual forma reconocen y estimulan a los más destacados porque con frecuencia laboran sin los insumos necesarios y deben apelar a su inventiva.
Con la fortaleza de la unidad, los sindicatos organizan un primero de mayo jubiloso y responsable y destacan que solo con el trabajo abnegado será posible avanzar hacia el socialismo próspero y sostenible al que se aspira. FIN