por Nicanor León Cotayo
La agencia estatal española EFE reportó este martes que Trump no podrá cumplir ideas anunciadas para el arranque de su plan fronterizo.
Debido a eso, la aprobación del presupuesto transitorio, teóricamente antes del sábado, ahora se extendió hasta septiembre.
"Es bueno para el país que Trump retire el financiamiento del muro de estas negociaciones", dijo el líder de la minoría demócrata del Senado, Chuck Schumer.
"Ahora los negociadores de ambos partidos pueden continuar trabajando en los temas prioritarios", añadió.
El nuevo resbalón obligó a que Sean Spicer, vocero de la Casa Blanca, aclarara que continuarán esa obra.
Analistas recordaron que, durante su campaña electoral, Trump prometió levantar un muro de 3,100 kilómetros en la frontera con Méjico que “acabaría con la inmigración ilegal”.
Junto a ello se atrevió a proclamar que el gobierno de esa nación vecina pagará el enorme costo de la obra.
Sin embargo, este martes, una vez más, importantes funcionarios del país azteca negaron la validez de tan insistente pronunciamiento.
El desmentido corrió ahora a cargo del ministro de Relaciones Exteriores de Méjico, Luis Videgaray.
¿Qué dijo? Durante una reunión con legisladores aseguró que “no pagarán ni un centavo” por el muro de Trump. Pero fue aún más allá calificando a ese proyecto como un acto hostil hacia su país.
No es sólo una mala idea, sino también un acto "inamistoso y hostil", contra nosotros, puntualizó Videgaray. Por último el canciller sentenció: “difícilmente va a cumplir con los objetivos que se plantea”.
Antes, Trump había solicitado al Congreso de Washington el otorgamiento de fondos federales para iniciar la construcción del muro.
Pero, alertaron observadores, dio señales el lunes de preferir “congelar” esa intención hasta el próximo mes de septiembre.
Mientras, el canciller Videgaray sumó otra molesta interrogante al proceso.
Aseguró que su gobierno “sopesaría” reducir la cooperación de seguridad con Estados Unidos si el diálogo bilateral sobre inmigración y comercio no marcha bien.
También advirtió, sin dar más detalles, que valoran cobrar una cuota a los estadounidenses que entran a su territorio.
Que un gobierno tan lejano a la izquierda, como el de Méjico, se atreva a posar de esa manera, indica hasta dónde el muro de Trump enrarece importantes asuntos del área.
Pero aún más significativo, porque se trata de un relevante sostén de su todavía incierta administración.