Por María Josefina Arce
Con numerosos logros en el orden económico y social en los últimos diez años, bajo la Revolución Ciudadana liderada por el presidente Rafael Correa, asume Ecuador la presidencia pro témpore de la Comunidad Andina de Naciones, constituida en 1969 para avanzar en el desarrollo sostenible de sus naciones miembros, respetando su diversidad.
Tocará al presidente electo de Ecuador, Lenín Moreno, asumir el reto de continuar trabajando por revitalizar el organismo que si bien ha afrontado momentos difíciles en sus casi cinco décadas de creado por diferencias entre sus miembros, ha registrado también logros en áreas como el intercambio comercial.
De hecho cerca del 80% del comercio es de productos manufacturados, generando empleos y promoviendo las medianas y pequeños empresas de Bolivia, Ecuador, Perú y Colombia
El bloque cuenta además, con una zona de libre comercio en plena vigencia y normativas para la liberalización del comercio de servicios, la integración física, fronteriza y el tránsito de personas
Se han implementado mecanismos que protegen y recuperan el patrimonio cultural andino, al tiempo que cuenta con la Universidad Andina Simón Bolívar, con sedes en la mayoría de los Países Miembros, con especialización en temas de integración y afines a nivel de Post- grado.
Pero han transcurrido casi 50 años de su surgimiento y en un mundo distinto, cada vez más desigual, se impone una reorganización de ese bloque para fortalecer la integración andina, así lo reconocen sus cuatro países miembros.
La reorganización de la CAN se inició durante la Presidencia Pro Témpore de Colombia en el periodo 2011-2012 con el objeto de fortalecer y dar un renovado dinamismo al proceso andino de integración.
Ya se ha avanzado en algunos aspectos como reducir el número de Comités e instituciones para que no se dispersen los esfuerzos y recursos de la CAN. Se busca un ahorro financiero y a la vez que aquellos ámbitos relacionados con la ciudadanía, la complementariedad productiva, las normativas andinas cuenten con más recursos para su funcionamiento.
Con dinamismo y total compromiso asume Quito este nuevo reto para revitalizar el mecanismo y trabajar más eficientemente por la integración andina y por supuesto, por el bienestar de la población de las naciones que conforman este bloque regional.
