Por María Josefina Arce.
Desde hace semanas los educadores argentinos mantienen una dura batalla con el gobierno del presidente Mauricio Macri, en demanda de mejoras salariales para equilibrar la pérdida adquisitiva que sufrieron el año pasado ante una inflación que alcanzó un 40 por ciento y enfrentar el alza de precios actual de servicios básicos como la electricidad y el gas.
El enfrentamiento ha ido subiendo de tono en los últimos días, pues los educadores acusan al gobierno de continuar dilatando una solución a sus demandas. Lo cierto es que la única respuesta hasta el momento a los docentes, que también reclaman más fondos para las escuelas, ha sido la represión contra manifestaciones y marchas.
Con gas pimienta y golpes fueron, por ejemplo, reprimidos los maestros que intentaron instalar una escuela itinerante frente al Congreso argentino, al tiempo que se ha ordenado el descuento de los días que han estado en huelga.
Para muchos el gobierno ha elegido reprimir en vez de dialogar con el gremio, que también ha llevado al centro del debate la defensa de la universidad pública argentina. Para Carlos de Feo, secretario general de CONADU, Federación Nacional de Docentes Universitarios, 'Hay una decisión de entregar la educación universitaria a manos privadas y que esté en función de las grandes empresas'.
Afirmó el dirigente sindical que el modelo político que quiere imponer el macrismo apunta a privatizar la educación. Detrás de la falta de recursos para los centros de enseñanza y los salarios está este proyecto que va claramente en contra de la tradición universitaria argentina.
Este martes los docentes, que buscan un compromiso del gobierno a favor de la escuela pública y gratuita, volvieron a marchar por las calles de las principales ciudades del país en defensa de la universidad pública argentina.
Ante los oídos sordos del gobierno se escucharon nuevamente los reclamos de un salario justo, un boleto educativo, más becas para estudiantes y presupuesto para las universidades nacionales.
Lo cierto es que la sociedad argentina es un polvorín. Día tras día se suceden las protestas en contra de la política neoliberal puesta en marcha por el presidente Macri que ha llevado a un aumento de la desigualdad en el país sudamericano.
En Argentina se ha incrementado alarmantemente en los últimos meses el número de personas sin trabajo. Más de 300 MIL argentinos se han sumado al ejército de los desempleados, lo que ha llevado a que muchas familias vivan hoy en la pobreza.
De hecho en la nación hay un millón y medio de pobres nuevos desde el inicio del mandato de Macri, quien ha atacado los derechos laborales, de los jubilados y trata de poner tope a los reclamos salariales ante una inflación que no cede.
En Buenos Aires, la pobreza aumentó en 13,43 por ciento en apenas cinco meses, pasando de 19,82 por ciento en noviembre de 2015 a 33,25 por ciento en abril del pasado año, según un estudio del Centro de Economía Política Argentina y del Instituto de Economía Popular.
Los argentinos han visto en unos pocos meses como ha cambiado el panorama del país. Se suceden las protestas, huelgas, se deterioran las condiciones de vida de muchos, sobre todo de los trabajadores, crecen los precios y ya son pocos los que creen en las promesas del presidente Macri de que el país se recuperara, pues hasta el momento lo que han visto es solo la imposición de un modelo que otrora llevó a una gran desigualdad.