Por Nicanor León Cotayo
Washington y su OEA muestran a Venezuela como un infierno, a la vez que silencian la debacle brasileña.
Así lo informó este jueves el periódico The New York Times en un reportaje que firman Simón Romero y Dom Phillips.
Desde Río de Janeiro escribieron que el “presidente” Michel Temer, ante la muy complicada situación del país, desplegó este miércoles tropas federales en la capital, Brasilia.
Antes, dijeron, miles de manifestantes se habían enfrentado a las fuerzas de seguridad, con un saldo de personas heridas, golpeadas y detenidas.
Luego habló el ministro brasileño de Defensa, Raul Jugmann, quien aseguró que, al ordenar el patrullaje de las calles, Temer solo intentaba “restaurar el orden”.
Los periodistas Romero y Phillips añadieron que los manifestantes prendieron fuego al Ministerio de Agricultura y otras sedes gubernamentales fueron saqueadas.
Según cálculos de funcionarios regionales, indicó The New York Times, solo en las protestas de este miércoles en Río de Janeiro participaron alrededor de 35 000 personas.
“Una protesta que debía ser pacífica se deterioró en violencia, vandalismo y falta de respeto”, acusó Jungmann.
Por su lado, los periodistas Romero y Phillips recordaron que el uso de fuerzas armadas allí es algo muy sensible para quienes odian a la dictadura militar que gobernó entre 1964 y 1985.
Brutal escenario histórico donde miles de brasileños fueron detenidos, torturados, asesinados y “desaparecidos”.
Una de las víctimas de entonces se nombra Dilma Rousseff, la hoy expresidenta que ve involucrados en hechos de corrupción a sus enemigos.
Las tensiones aumentan en Brasil, aceleradas por un escándalo no ajeno a Temer.
¿Qué sucedió? Un empresario grabó un diálogo con este último donde aprueba el pago de sobornos para comprar silencios y entorpecer investigaciones anti-corrupción.
La revelación de esos audios, el 18 de mayo, provocó el desplome de mercados, se abriera una investigación contra Temer y estallaran llamados para su renuncia.
Victor Guimarães, de 26 años y activista del Movimiento de Trabajadores Rurales sin Tierra, dijo que estaba frente al Congreso cuando la policía los atacó.
“Todavía no llegaba el contingente más grande de la protesta, y aun así lanzaron granadas, gas lacrimógeno y balas de goma”, dijo.
“La policía quería expulsar a todos de la explanada”, aseguró Guimarães, quien fue golpeado en la cabeza por un proyectil.
Temer, añadió el escrito de Romero y Phillips, “también ha sido acusado de recibir millones de dólares en sobornos y pagos ilegales”.
Mientras tanto, académicos especializados en la historia de Brasil apuestan que allí proseguirán las tensiones.
Sin embargo, importantes medios de Estados Unidos no dedican el mismo espacio ni continuidad o lenguaje al difundirlas.
¿Qué sucedería, por ejemplo, si en Venezuela, como tuvo lugar en Río de Janeiro, sus fuerzas armadas hubiesen tomado las calles de importantes ciudades?
Algo que, por cierto, no ha merecido ni una palabra de rechazo por parte del ilustre secretario general de la OEA, Luis Almagro.
(Tomado de Cubasí)