por Nicanor León Cotayo
Vísperas de su anuncio respecto al cambio de política hacia La Habana. Así lo dio a entender este martes un cable de la agencia española EFE desde esa ciudad floridana.
Luego advierte, la controversia entre seguidores y oponentes de aproximarse a Cuba, “puede agrandarse” con cambios anunciados por Donald Trump para este viernes.
Según la misma fuente, eso deberá tener lugar en medio de una gran expectación.
Como anticipo escribe que “grupos anticastristas” de Miami esperan finalicen las denominadas concesiones a la isla.
EFE opina que lo esencial radica en si habrá, o no, un viraje en las políticas implementadas bajo el gobierno de Barack Obama hacia Cuba.
Tal retroceso, subrayó, fue una promesa formulada por Trump durante su campaña electoral de 2016 en la sede de la Brigada 2506.
Esa agrupación militar, fabricada por la CIA en 1961, agredió a Cuba y devino símbolo de la ultraderecha procedente de esa nación caribeña.
Ahora EFE dice que su llamada asociación de veteranos confía en que Trump cumpla lo prometido en el tema cubano.
Este grupo, y otros anticubanos financiados por Washington, han pedido al mandatario “una política cero hacia La Habana”, resalta el comentario.
“Las concesiones de Obama fueron una falta de respeto a 57 años de dictadura”, declaró el jefe de lo que resta de la fracasada brigada, Humberto Díaz-Argüelles.
La prioridad para Orlando Gutiérrez, director del grupo Directorio Democrático, sigue siendo el “restablecimiento de la libertad y la democracia como objetivo de la política estadounidense hacia Cuba”.
Un compromiso que, a juicio de Gutiérrez, pasa por dar marcha atrás en las “concesiones unilaterales” hacia Cuba y en la “apertura económica que se ha hecho sin que el régimen conceda nada”.
Por el contrario, el grupo The CubaOne Foundation, integrado por jóvenes cubanoamericanos, pidió al mandatario no volver a la Guerra Fría y defender los intereses estadounidenses y el bienestar del pueblo cubano.
Ramón Saúl Sánchez, jefe del titulado Movimiento Democracia y contrario al denominado embargo hacia la isla, abogó porque cualquier restricción no afecte los nexos “de pueblo a pueblo”.
En ese contexto, un sondeo publicado este lunes por Engage Cuba Coalition tiende a desmontar la tesis de que los republicanos se oponen a las políticas implementadas por Obama hacia esta.
De hecho, afirma la organización, una mayoría de los votantes republicanos quiere mantener nexos con los cubanos.
El estudio, realizado en mayo último por la entidad que agrupa a compañías privadas, indica que el 64 por ciento de los votantes republicanos apoya los cambios que efectuó Obama, mientras el 22 por ciento se opone.
“Nuestra nueva política hacia Cuba ha fortalecido la economía, creado empleos en Estados Unidos, y afianzado la seguridad nacional”, resaltó la coalición.
También alertó que sería una vergüenza que Trump hiciera retroceder las políticas actuales con La Habana.
“Si el presidente está dispuesto a negociar con Arabia Saudí, Egipto, Turquía y Filipinas, ¿por qué no con Cuba?”, se preguntó el presidente de Engage Cuba, James Williams.
A lo dicho, añadió este martes una periodista del Nuevo Herald, Nora Gámez Torres:
Aún cuando el presidente Trump aún no ha anunciado en qué consistirá su política hacia la isla, ya tiene un resultado:
Opositores cubanos de distintas tendencias políticas aprueban la necesidad de hacer cambios para presionar a su gobierno.
Uno de los jefes que comandan el laberinto de grupos amamantados desde Washington, José Daniel Ferrer, escribió favorecer el cambio porque Cuba apoya a Venezuela.
Ferrer, vale aclararlo, respaldó el acercamiento iniciado en 2014 por Barack Obama hacia ese archipiélago vecino de las Antillas.
El “disidente”, puntualizó Gámez Torres, no especificó qué medidas son las que el presidente de Estados Unidos debería revertir.
La periodista recordó que Obama favoreció hacer cambios “promovidos por el sector privado y no por los disidentes”.
Eso, de acuerdo al punto de vista de ella, dividió hasta cierto punto a la oposición cubana.
Pero ahora, enfatizó, muchos de sus integrantes prefieren un cambio de política que sume la defensa de los derechos humanos y el bloqueo a la entrada de divisas en un momento difícil para la nación cubana.
He ahí el rostro sin antifaz de los enemigos de esta última, solo a horas de que Trump destape su titulada nueva política hacia Cuba.
(CubaSí)