Por: Randy Alonso/Cubadebate
La cohorte de Trump en Miami, para anunciar su aberrante política hacia Cuba, no pudo ser más selecta y encumbrada: mercenarios, terroristas, asesinos y mentirosos.
Tres de ellos acaban de ser condecorados por el Gobernador de la Florida Rick Scott (uno de los que hizo de telonero de Trump en el show del viernes en el Teatro Artime) por ser “incansables luchadores por la libertad” : Cary Roque, Angel de Fana y Jorge Luis García Antúnez.
Méritos sobrados ha hecho este trío para honrar la política retrógrada y aberrante que Trump y sus aliados políticos en La Florida se proponen contra Cuba.
Unas pinceladas nos revelan la calaña de estos “héroes” de la Calle 8:
Cary Roque- La “corajuda disidente cubana” la llamó Donald Trump. De estudiante de periodismo en la Escuela Marquez Sterling se transformó en suministradora de explosivos para actos terroristas en La Habana a principios de la Revolución y traficante de armas a los bandidos alzados en el Escambray. Integrante de la organizaciones terroristas MRR (Movimiento de Recuperación Revolucionaria) y Movimiento 30 de Noviembre.
El 22 de Septiembre de 1961, tras la invasión mercenaria por Playa Girón, fue condenada a 20 años de prisión en la causa 238, por acciones de terrorismo y sabotaje. Cumplió 16. Emigrada a Estados Unidos, se convirtió en reclutadora de “periodistas independientes” en Cuba, al servicio de los planes de manipulación imperial, y en receptora de abundantes fondos de los destinados a la subversión contra nuestro país, financiados con los impuestos pagados por los ciudadanos norteamericanos.
Fue además una de las principales instigadoras de las campañas de prensa en La Florida contra los cinco luchadores antiterroristas cubanos que fueron injustamente condenados y sancionados por un Tribunal Federal en Miami.
El abogado Martin Garbus, en el afidávit que presentó al Tribunal del Sur de la Florida, el 31 de agosto de 2012, señaló nombres de los escribanos que participaron en ese “festín” contra Los Cinco, y reveló datos sobre los principales medios de la ciudad floridana que, por dinero, llenaron sus espacios con un diluvio de mentiras, falsedades y manipulaciones, en un genuino complot para influir en el Jurado y buscar la condena de los antiterroristas cubanos.
Caridad Cary Roque Roque es uno de los nombres registrado tras investigar en diferentes fuentes gubernamentales. Ella recibió no menos de $51,975. Durante esos años transmitió numerosos comentarios en un programa regular en radio WCMQ titulado “Hablando con Cuba”. para influir sobre el jurado durante el juicio.
Sobre sus ídolo políticos ha señalado: ” Dos hombres impactaron mi vida en el exilio: Tony Cuesta, por su infinito valor y constancia en la lucha vertical a pesar de sus impedimentos. Y Jorge Mas Canosa, por su carisma, inteligencia, estrategia, su poder de convencimiento y convocatoria. Su pasión. Como ves ambos ya murieron y este exilio está huérfano.” Al parecer en ese momento no recordó a su otro ídolo: Luis Posada Carriles, “Bamby”, el terrorista mayor de esta parte del mundo, a quien saluda efusivamente.
Angel de Fana.- A quien Trump calificó como “Very brave people” . Por sus actividades violentas en Cuba fue detenido en 1962 y juzgado en la Causa No. 458/62. Durante su estancia en la prisión se acercó al contrarrevolucionario Hubert Matos con quien trabó larga amistad. Estuvo preso hasta 1983 en que emigra a Venezuela y posteriormente a EE.UU.
Pasó a ser miembro de la organización contrarrevolucionaria Cuba Independiente y Democrática (CID), dirigida por Hubert Matos. Actúa como secretario organizador de la delegación de CID en Caracas. En 1986 es nombrado miembro de la Comisión de Relaciones con la Prensa, durante el VII congreso de CID efectuado en Filadelfia. Desarrolla una intensa labor de proselitismo a través de Radio CID.
A mediados de 1995 pasó a ser miembro del ejecutivo de CID y se destacó por la promoción de acciones de protesta y desacato cívico dentro de Cuba, en particular aprovechando fechas conmemorativas religiosas como las del día de San Lázaro, el 17 de diciembre, utilizando supuestas células de la organización en el país.
Fue arrestado en ese mismo año en California, con un arsenal de armas con las que preparaba un atentado terrorista contra Cuba
En 1997 viajó a Venezuela para desarrollar acciones contra la delegación cubana que asistió a la VII Cumbre Iberoamericana de Isla Margarita, durante cuyo transcurso hubo un plan de atentado contra el presidente Fidel Castro.
En 1999, siendo miembro de la organización Plantados estuvo involucrado en un intento de atentado contra el presidente Hugo Chávez.
Durante su tiempo en Venezuela, De Fana iba cada semana a visitar en la prisión a su amigo Orlando Bosch, el cerebro junto a Luis Posada Carriles del horrendo atentado contra un avión de Cuba que dejó 62 muertos en 1976.
“Es imposible conocer a Orlando Bosch y no amarlo y no admirarlo”, diría en Miami en el 2010 Angel de Fana al participar de la presentación de las memorias del terrorista. Y añadiría: “Casi todos nosotros, si no hemos plantado una bomba o empuñado un rifle, hemos hecho otras cosas (….) Y yo, al menos, no renuncio a mi pasado”.
Jorge Luis García Pérez (Antúnez): El del sobrenombre que Trump dijo le gustaba mucho como nombre. Financiado por organizaciones estadounidenses y de la contrarrevolución como supuesto “líder disidente” en Cuba, tiene un historial delictivo común y una conducta violenta cotidiana (en más de una ocasión ha golpeado mujeres, incluyendo su propia esposa).
Es admirador confeso y está relacionado con terroristas que causaron estragos, muerte y dolor a la población cubana en los primeros años de la Revolución, como la quema de tiendas, hospitales y otras instalaciones sensibles.
En junio de 2015, Antúnez fue entusiasta participante en un desayuno de homenaje a Luis Posada Carriles en el restaurante Versalles, de la Calle 8 de Miami. Allí habló a los presentes y “advirtió tajantemente que no se ‘va a permitir más afrentas contra el sagrado exilio cubano de Miami”, y denunció los “supuestos procastristas que están radicados y camuflados en Miami”.
En febrero del pasado año, en la estación La Poderosa de Miami, Antúnez envió saludos y deseos de mejoría de salud al terrorista Posada Carriles y pidió libertad para el también terrorista Eduardo Arocena. Antúnez calificó a Arocena de “preso político”; el mismo Arocena que según un artículo de The New York Times publicado el 23 de julio de 1983, era uno de los principales líderes de la organización terrorista Omega 7, señalada por poner más de 30 bombas en Miami y provocar al menos dos muertes.
Antúnez ha defendido también la actuación de personajes como José Ortega Amador, Obdulio Rodríguez González, Raibel Pacheco Santos y Félix Monzón Álvarez, que fueron detenidos en Cuba con planes para realizar acciones terroristas. La propia prensa anticubana de Miami reconoció que Raibel Pacheco Santos, de 31 años y residente en Hialeah, registró en el 2009 una llamada Fuerza Cubana de Liberación, cuyo documento de inscripción fue publicado por Cubadebate el 8 de mayo del 2014.
Antúnez también defiende y considera preso político a personas como Armando Sosa Fortuny, sancionado el 25 de abril de 1996 a 30 años de prisión por las acusaciones de infiltración, entrada ilegal a la isla y delitos contra la Seguridad del Estado.
En el propio febrero de 2016, el inflado “disidente” Antúnez pidió una vez más en el Congreso de Estados Unidos el mantenimiento del bloqueo, una política que ha querido rendir por hambre al pueblo cubano. Además del terrorismo, Antúnez defiende el genocidio de nuestra gente.
Por eso no es extraño haberlo visto en una foto junto al asesino del Che, Félix Rodríguez Mandigutía, en la sede de la Brigada Mercenaria 2506, y enarbolando una foto de aquellos momentos finales del Guerrillero Heroico:
O apreciarlo en otra imagen junto a Santiago Álvarez Magriñat, el hombre que financió a terroristas para volar el Cabaret Tropicana y otras instalaciones turísticas cubanas, y fue el organizador de la entrada en yate de Luis Posada Carriles a Miami en el 2005.
Roque, Fana y Antúnez son botón de muestra de la ralea que se reunió el viernes en el Teatro Artime para corear USA, USA, USA, agitar banderitas de las barras y las estrellas y aplaudir frenéticamente el discurso con sabor a Guerra Fría de Trump y sus medidas retrógradas y genocidas. El Diablo los cria, Miami y Trump los juntan, y Rick Scott los condecora.