Por María Josefina Arce
El venidero año el Foro de Sao Paulo tendrá por tercera ocasión desde su fundación en 1990 como sede a La Habana, una decisión adoptada durante su vigésimo tercera edición que recién concluyó en Managua, Nicaragua, y que fue aclamada unánimemente por los más de 300 participantes en el encuentro.
Lo cierto es que en los últimos tiempos La Habana se ha afianzado como la capital de la Paz, al ser escenario durante varios años del diálogo entre el gobierno y las insurgentes Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo y que concluyó con el histórico acuerdo de paz que puso fin a un conflicto armado de más de cinco décadas.
En la capital cubana también en 2014 fue proclamada América Latina y el Caribe como zona de paz, durante la Segunda Cumbre de la CELAC. Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, presidida en esos momentos por Cuba.
Desde su constitución promovida por el líder histórico de la revolución cubana, Fidel Castro, y el ex presidente brasileño Luis Inacio Lula Da Silva, el Foro de Sao Paulo se ha constituido en un espacio para la concertación de experiencias y la construcción de alternativas políticas.
Cuba siempre ha acompañado a este organismo, que reúne a los movimientos progresistas y de izquierda de la región. De hecho fue sede en 1993 y 2001 de encuentros del Foro, en los que Fidel Castro alertara sobre el peligro para los pueblos del neoliberalismo.
En su discurso de clausura del Cuarto Encuentro del Foro, en 1993, señalaría que nunca hubo más pobres en América Latina, mayor desempleo, mayor desigualdad, menos esperanzas en América Latina, porque, enfatizaría, el neoliberalismo no es una teoría del desarrollo, el neoliberalismo es la doctrina del saqueo total de nuestros pueblos.
También en los últimos 27 años se han efectuado en territorio cubano varias reuniones del Grupo de Trabajo, la última de ellas en abril del año 2013, con un alto nivel de participación.
En momentos en que la región vive tiempos cruciales, ante el recrudecimiento de las acciones violentas de la derecha contra los procesos progresistas y gobiernos constitucionales, Cuba es, en opinión de muchos, el escenario ideal para un nuevo encuentro de este foro político.
La dignidad, solidaridad, humanismo y resistencia durante más de 50 años de la Revolución cubana ante las constantes agresiones norteamericanas y a un genocida bloqueo constituyen un ejemplo y una esperanza cuando la derecha , amparada y financiada por Estados Unidos, persiste en restaurar el fracasado neoliberalismo en América Latina y favorecer los intereses hegemónicos de Washington.
La secretaria ejecutiva del mecanismo de concertación, Mónica Valente, afirmó que siempre que hay reuniones o encuentros en Cuba salimos con mucha más fuerza, alegría y determinación, al tiempo que se mostró confiada de que el vigésimo cuarto encuentro en La Habana servirá de refuerzo ideológico para los militantes.
Para Cuba, por su parte, constituye un gran honor y una gran responsabilidad en el momento que vive la región y en la cual ese mecanismo de integración sigue siendo un protagonista esencial del acontecer latinoamericano.
Con sus conquistas en educación, salud, cultura y solidaridad, Cuba es el espacio ideal para que la izquierda latinoamericana cierre filas ante los embates de la reaccionaria derecha que busca echar por tierra los avances sociales y económicos que ha registrado la región de la mano de gobiernos progresistas, elegidos constitucionalmente por sus pueblos.