Hace doce años Cuba y Venezuela suscribieron en tierra cubana el Compromiso Sandino para, mediante la Operación Milagro, dar solución a determinadas patologías oculares de la población de América Latina con escasos recursos económicos.
De vital importancia ha calificado la OMS, Organización Mundial de la Salud, este programa social, si se tiene en cuenta que en el mundo existen más de 135 millones de impedidos visuales, además de casi 40 millones de individuos ciegos por causas prevenibles, de esos más de 1 millón y medio son niños menores de 16 años.
Gracias a la voluntad política del líder histórico de la revolución cubana, Fidel Castro, y del presidente venezolano, Hugo Chávez, ya son millones los latinoamericanos que se han beneficiado con este programa gratuito de rehabilitación oftalmológica.
Llevado a cabo en forma conjunta por los gobiernos de Cuba y Venezuela, estuvo dirigido en un inicio al pueblo venezolano, pero en un gesto humanitario ambos países decidieron extender sus beneficios al resto de la región.
Fue posible gracias al desarrollo alcanzado por la Mayor de las Antillas en la medicina y en específico en la especialidad de oftalmología.
De hecho mandatarios y ministros de salud de diferentes naciones, y en especial la doctora Margaret Chan, exdirectora general de la OMS, han elogiado el desarrollo de Cuba en este campo y los aportes para beneficiar a personas afectadas por ceguera o deficiencia visual corregible.
Esta iniciativa no sólo ofrece intervenciones quirúrgicas, sino que suministra lentes correctivos a todas las personas que lo necesiten de manera gratuita.
En la Operación Milagro participan 165 instituciones cubanas, además de que en la actualidad se dispone de una red de 49 centros oftalmológicos con 82 posiciones quirúrgicas en 14 países de América Latina y el Caribe.
Hay misiones de este programa en Venezuela, Bolivia, Costa Rica, Ecuador, Haití, Honduras, Panamá, Guatemala, San Vicente y las Granadinas, Guyana, Paraguay, Granada, Nicaragua y Uruguay.
También ha permitido la formación de los recursos humanos con la introducción de tecnologías y nuevas técnicas. En ese sentido, se ha entrenado a oftalmólogos, enfermeras especializadas, optometristas e ingenieros en electromedicina, entre otros.
La Misión Milagro se ha convertido en un eje esencial del ALBA, Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra Amnérica, que tiene entre sus principios la solidaridad y el humanismo.
Como bien expresara hace doce años Hugo Chávez en suelo cubano, “Cuba y Venezuela están más unidas que nunca en esta batalla por la dignidad de nuestros pueblos, por la segunda independencia de nuestra patria”. (Fuente/María Josefina Arce)
