Por Enrique Valdés Machín
Muchas, muchísimas hazañas fueron escritas en el anonimato cotidiano de un pueblo acostumbrado a imponerse en situaciones tan difíciles como las vividas durante y después del paso del huracán Irma por el archipiélago cubano.
No faltó la ya también esperada acción de las autoridades locales dirigida a evacuar a quienes se encontraban en zonas vulnerables, ni tampoco la mano solidaria de amigos y vecinos para acogerlos en su casa.
Sin embargo, mientras una buena parte de la población está empeñada en la etapa recuperativa y se distribuyen los recursos y alimentos con vistas a paliar las secuelas lógicas de estos fenómenos hidrometerológicos, un grupo de individuos hace su agosto a expensas del sudor, la angustia y las necesidades de los demás.
Elementos inescrupulosos los comercializan a precios prohibitivos a viva voz por las calles, o simplemente a las afueras de los mercados donde los adquirieron.
Paradójicamente, en no pocos sitios el pan nuestro de cada día perdió la mitad de su peso, y al parecer con los vientos huracanados se fueron a bolina parte de los componentes indispensables para su elaboración.
Mientras revendedores se empeñan en ponerle más difícil la vida a la población, la Fiscalía General de la República declara que aumentará el rigor de las penas a conductas delictivas como estas, siempre, sin afectar el debido proceso y en consecuencia con la gravedad del hecho y su repercusión social.
Pero enjuiciar por estos delitos requiere detener a quienes en franca violación de las leyes lucran en plena calle, y a la luz del día, con los recursos destinados a satisfacer las necesidades más elementales de una población golpeada hoy por un huracán tan intenso.
Resulta inadmisible que en tiempos de catástrofe, mientras la mayoría del pueblo se une a la cadena recuperativa un grupo de
ciudadanos inescrupulosos, marginal a partir de su concepción social, tire desde el otro lado de la soga para recoger las ganancias de un proceso por el cual no hicieron nada, salvo lucrar y dificultarlo.
(Tomado de la Agencia Cubana de Noticias)